Appetite For Duzzy. [BOCETOS]

17. Sin título xd

No tenía un lugar al cual llamar hogar. Su vida era como la de un auténtico vagabundo, se la pasaba en las calles, dormía debajo de los puentes y se involucraba en esa clase de peleas clandestinas a puño y sangre en los callejones a la medianoche. También era el organizador de un par de apuestas entre los marginados.

Duff McKagan era el dueño de los suburbios de Chicago, todos le tenían gran respeto en esa zona y nadie nunca se atrevía a hacerle frente por miedo a ser destrozados por aquellos violentos puños en cuestión de segundos. Además de que él era respaldado por su pandilla de amigos: Slash, Axl, Nikki, Tommy y Sebastian.

Todos ellos eran gente peligrosa con la que uno no debía meterse si realmente apreciaba su vida.

La madre del pelinegro siempre se lo había dicho desde que él era pequeño. Izzy lo tenía más que claro y por eso evitaba acercarse lo más posible a ese sitio de mala racha, aunque por otra parte sentía curiosidad por saber qué había detrás de esa enigmática calle y porqué la sociedad se escandalizaba tanto al oír de esas personas. ¿Acaso allí mataban gente?, ¿Hacían pactos con el diablo? Por lo que Izzy siempre había escuchado de su madre y los vecinos al parecer sí, esa gente hacía esa clase de cosas turbias.

— ¡Izzy date prisa Kurt está esperándote! — Gritó su madre desde la cocina. Izzy bufó aunque sabía que nadie iba a escucharle quejarse. Tomó su chaleco negro y en un ágil movimiento logró ponérselo, bajó las escaleras.

Vió a Cobain ahí sentado en uno de los dos sofás de su sala de estar, dibujaba algo en una libreta. El rubio alzó la mirada al escuchar las pisadas de Izzy bajar las escaleras y finalmente detenerse.

— Lamento la tardanza. — Se disculpó Izzy dirigiéndose a donde Kurt. Vió los extraños trazos en su libreta así que le preguntó al rubio qué era eso que había dibujado.

— Nada en particular. Son solo unos cuantos trazos al azar. — Respondió.

Pues esos «trazos al azar» eran como una obra de arte abstracta, como un grito de auxilio. Pensó Izzy. Pero no decidió profundizar en eso, sabía que podía causarle cierta incomodidad a su amigo si se atrevía a agregar algo más específico.

— Bueno... ¿Nos vamos? — Kurt asintió y se levantó del sofá. Junto a Izzy caminaron hasta la puerta, estaban por salir pero la madre de Stradlin les detuvo a mitad de acción.

— Te quiero aquí antes de las seis, Izzy. — Notificó la señora Stradlin asomándose por la puerta de la cocina.

— Bien. — Respondió el de cabellos morochos sin emoción. Izzy Stradlin y Kurt Cobain eventualmente abandonaron la residencia del primer mencionado.

— Tengo muchas ideas para Nirvana Guns  — Comentó Kurt.

Nirvana Guns era el proyecto musical que Izzy y Kurt habían creado hace unos meses atrás. Todo había empezado como una idea que tuvo el ojiazul desde hace años, pero que no podía compartir con nadie porque él era un chico solitario. Lo era hasta que conoció a Izzy y se volvieron mejores amigos a raíz de un peculiar suceso.

Los chicos iban caminando por la acera  tranquilamente cuando un sujeto mugroso que estaba recargado en una pared en la esquina le metió el pie a Kurt e hizo que este cayera, las pertenencias del mencionado se regaron por todo el suelo.

04/01/2021