Appetite For Duzzy. [BOCETOS]

6. Ex

04/01/2021

Ni siquiera sabía cómo es que había terminado en ese lugar y en esa situación. Rodeado por un montón de hombres con elegantes vestimentas negras y siendo apuntado por ellos con un arma de fuego cada uno.

Uno de esos hombres y el que estaba apuntándole directamente en la frente era nada más ni nadie menos que su «ex»: Izzy Stradlin.

Vaya sorpresa.

A juzgar por la expresión en su rostro, no parecía muy contento de volver a verle.
Incluso Duff le notó vacilante al querer tirar del gatillo cuando su superior se lo ordenó. Sabía que se trataba de una prueba absurda, pero en parte le resultaba bastante divertida al prisionero.

«Tan adorable». Cruzó por su mente. Izzy Stradlin nisiquiera tenía el valor para matarlo incluso después de todo el infierno que le había hecho vivir. Esto en palabras del mismísimo Stradlin la última vez que lo había visto en su departamento, específicamente hace poco más de ocho años.

Después de ese enfrentamiento no le había vuelto a ver, hasta ahora.

— Muy bien Stradlin, lo dejo en tus manos. Si intenta hacer algo indebido tienes la autorización de noquearlo. Pero no lo mates, recuerda que este parásito nos será valioso temporalmente. — Finalizó el misterioso hombre tras el escudo protector formado por sus subordinados. Izzy asintió, dando la orden de que todos bajasen sus armas y salieran de la habitación.

Finalmente Duff e Izzy estuvieron a solas.

Duff seguía los pasos de Izzy con la mirada, sin poder mover ni un solo músculo porque las correas de cuero que rodeaban sus muñecas le lastimaban con el más mínimo movimiento que intentara realizar. Soltó una pequeña risita por lo bajo, misma acción que como consecuencia provocó ser brutalmente golpeado por el pelinegro.

Un fino hilo de sangre desbordó desde el interior de su boca, perdiéndose en la comisura de sus labios y eventualmente desaparece en el suelo.

— ¡¿Qué te parece tan gracioso, pedazo de escoria?! — Escupió severamente Izzy, tomando a Duff de la mandíbula sin cuidado alguno y obligando a que este le mirase.

¿Qué si su adorable ex novio estaba enfadado? Definitivamente, lo estaba. Aquellos intimidantes castaños se habían encargado de dejárselo más que claro. Aunque daba igual, el rubio nisiquiera se inmutó ante su frívola mirada cargada de odio y despecho.