2. Club de Drama.

343 23 1
                                    

09/12/2020

Se escucharon los aplausos de un público conmocionado y eso produjo gran satisfacción en el fundador del club de drama, Jeffrey Isbell o mejor conocido como Izzy Stradlin.

Duff le observó adentrarse a los camerinos y se detuvo a mirar a los laterales de la parte posterior del escenario de forma cautelosa. Dirigió sus pasos en dirección a la misma ruta que el de cabellos negros había tomado.

- Lo hiciste bastante bien allá fuera. - La voz de Duff hizo sobresaltar a Izzy quien no se había percatado de la presencia del más alto en el umbral de la puerta. Su hombro estaba apoyado de este sosteniendo el peso de todo su cuerpo.

Izzy se volvió hacia él y alzó la vista para poder apreciar mejor esa mirada verdosa. - Gracias. - Le agradeció con una leve sonrisa de labios sellados en el rostro.

- De nada. - Duff igualmente sonrió, solo que de manera superficial. Posteriormente su mirada viajó por toda la habitación realizando una breve inspección al decorado del pequeño espacio en el que sí que se la vivía Izzy metido.

Se veía pequeño pero acogedor. Con un estilo muy minimalista y uno que otro recorte de los artistas favoritos de Izzy pegados en el marco del espejo. Así como productos de belleza y maquillajes se apreciaban como decoración en la superficie del tocador.

- Así que, ¿Puedo pasar? - El pelinegro pareció sorprenderse tras haber olvidado sus modales, se disculpó e invitó a pasar a Duff. - Sólo venía a informarte que he terminado todas mis labores de hoy, así que supongo que ya es momento de que me vaya - Comentó en serio tono de voz Duff mientras le mostraba la lista de labores culminadas, marcadas con una línea horizontal a Stradlin.

- Uhm, no. - Negó Izzy. - No has terminado todo, aún falta que nos ayudes con la limpieza.

- ¡Pero eso no está dentro de mi lista de labores! - Protestó Duff ante la tiranía de «su jefe»

Y es que el más alto tenía razón, esa tarea no estaba escrita en el programa de labores que el mismo pelinegro había escrito. Por lo tanto no era asunto suyo. Además su horario de trabajo se supone que se había acabado hace quince minutos, por lo tanto eso significaba que Izzy dejó de ser su jefe hace quince minutos.

- Es la actividad voluntaria. - Contrarestó Izzy sin importarle el mal gesto que recibió por parte de McKagan.

- Pues va totalmente en contra de mi voluntad.

- Vamos, no quiero quedarme aquí solo y enmedio de la oscuridad - Fue inevitable para Duff no enamorarse de ese puchero que formó Izzy con los labios.

- Realmente ya no es mi problema. Además, no recibiré paga por el tiempo extra.- Pero su dignidad le importaba más.

- ¿Quién dice que no? - Susurró Izzy tirando a Duff de la corbata de su uniforme hacia su cuerpo. Quedaron a escasos centímetros el uno del otro.

Duff quedó pasmado bajo la penetrante y seductora mirada de Izzy sobre sus labios. Tenía la intención de mandar a la mierda su estúpido ego y de una vez por todas atacar sus labios. Demostrarle que él no estaba para absurdos juegos como lo había estado haciendo Izzy desde que el profesor de comunicación técnicamente obligó a Duff a unirse al club de drama porque este estaba decayendo y, bueno, el rubio al tener pésimas calificaciones no tuvo más opción que aceptar unirse a su aburrido club sin miembros además de Izzy, Gerard, Jimmy, Kurt, Nikki, un tal Frank y finalmente él.

Eran los únicos. ¡Y lo peor es que ni siquiera había ninguna chica! Aunque los chicos no estaban tan mal... Pero ese no es maldito caso.

Era frustante. Pero lo más jodidamente frustrante era que ese chico Izzy era un idiota aprovechado, porque cuando este se enteró de la bisexualidad de McKagan decidió mantenerlo a su favor y usarlo en contra del susodicho ¿De qué manera?
¡Pues muy fácil! Desde que se unió al club se ha empeñado en tratar de seducirlo para evadir sus propias responsabilidades, como hacerse cargo de los asuntos del club, el mantenimiento de este y la limpieza al finalizar el acto.

En pocas palabras, el pelinegro ha estado usando al chico como su marioneta. Y tal vez lo peor del asunto es que Duff lo sabe pero no hace nada al respecto.

El motivo es desconocido.

Appetite For Duzzy. [BOCETOS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora