Una Noche Lluviosa (PAUSADA - INDEFINIDO)

10. Por Fin

Gordon. – ¡No!, yo siempre he hecho mi trabajo solo y es muy peligroso, yo fui quién te pidió salir de la mafia en primer lugar, ¡Y ahora vienes con dos putos huevos y me dices que vas a volver a entrar pero ahora como un puto infiltrado! ¿No te jode? – No quería admitirlo pero sabía que Jimmy era la solución a su problema, pero ya había llegado a la conclusión de que no valía la pena arriesgar la vida de alguien  por un estúpido caso.

Pero con la ayuda de Jimmy podría hacer de Londres un lugar mejor la ciudad que siempre quiso cambiar, ¿Por qué se negaba tanto a la idea? ¿Por el riesgo? Es que el simplemente no soportaba el pensar que si lo descubrían podría encontrarlo muerto, no quería aceptarlo, no podía perder a la única persona que valía la pena en toda esa maldita ciudad... ¿Porque dejaba ir un caso así por él?.

Gordon se había quedado en blanco ante la pregunta que se había hecho a si mismo y cuando volvió a reaccionar miró fijamente a Jimmy a los ojos que escondía tras esos lentes, vio su rostro y en ese momento, Gordon supo que sentía algo por Jimmy, no tiraría a la mierda el mejor caso de su vida por cualquier persona y aunque no sabía si solo lo quería mucho o en serio le gustaba, si sabía que no quería perderlo nunca, y no lo iba a poner en peligro por algo así, estaba decidido.

Gordon se levantó de donde estaba sentado y se plantó frente a Jimmy mirándolo seriamente.

Gordon. – No vas a volver a la mafia y menos como un agente infiltrado, si es verdad que tienes la ventaja, pero un movimiento en falso y vas terminar igual o peor que Igor y Hai ¿Estás dispuesto a eso?– Su voz era grave e intimidante cosa que hizo titubear a Jimmy.

Jimmy. – eh, yo...– Pensó por un momento, ya había estado en la mafia pero no como un infiltrado, sabía que podía ser más peligroso pero como infiltrado ya no tendría que seguir escondiéndose de la policía, seguiría ganando dinero y ayudaría a la sociedad de cierta forma, además de que no soportaba la idea de volver a ser un aburrido amo de casa, no podía, necesitaba emoción, aventura y que mejor que del lado bueno de la moneda en donde al menos no acabaría en la cárcel – Voy a entrar a...–

Gordon sabía lo que Jimmy iba a decir y aplaudía su valentía, ese hombre tenía grandes ambiciones y eso no era malo pero no iba a arriesgarse a que algo saliera mal y por mucho que le dijera que no Jimmy iba a seguir insistiendo, ya tenía un objetivo en mente y nadie se lo iba a quitar, Gordon sabía eso de sobra, por eso no estaba dispuesto a seguir discutiendo el tema, ya no quería escuchar más sobre el asunto así que no dejo hablar a Jimmy tapando su boca con su mano derecha.

De nuevo una interrupción, pero está vez era diferente ya que Gordon no uso palabras, si seguía discutiendo no iba a terminar nunca así que optó por una alternativa, Gordon lentamente se acercaba más a Jimmy quién no entendía del todo la situación y se quedó quieto en su lugar sin saber cómo reaccionar, por lo que Gordon aprovechó su confusión para quitar su mano de la boca de Jimmy y sostener su mentón suavemente haciendo que levantará el rostro para poder mirarse, mientras que su mano izquierda iba a su cadera para impedir que se alejara.

Gordon. – Respuesta incorrecta Jimbo –

Cuando Jimmy estaba por reclamar Gordon aprovechó y le plantó un beso para por fin callarlo, el beso era calmado, no era fogoso ni iba cargado con dobles intenciones, era un beso lento que transmitía cariño, como si ambos lo hubieran querido desde hace tiempo, aunque desde dos perspectivas completamente diferentes, por un lado Jimmy estaba en un shock muy intenso, era como ver el mundo en tercera persona, tenía a David Gordon, comisario de la policía de Londres, hombre soltero popular entre las mujeres y quién estuvo a punto de descubrir su secreto un par de veces, lo tenía frente a el besándolo como si fuera lo más normal del mundo que de la nada tu mejor amigo te bese.

Jimmy estaba tan sorprendido que ni se molestó en intentar separarse, su mente quedó en blanco y casi inconscientemente se dejó llevar por el beso y para la sorpresa de David, Jimmy correspondió, llevo sus brazos al cuello de Gordon y profundizó el beso, quería recordar como se sentían los labios de David, eran suaves y sabían hacer bien su trabajo cuando se trataba de besar, no tenía prisa por terminar, hace mucho que nadie lo besaba así, este beso era diferente, lo hacía sentirse tranquilo.

Por otra parte estaba Gordon quien se encontraba muy sorprendido de que Jimmy hubiera correspondido, no sabía como explicar esa sensación, pero en verdad estaba disfrutando la situación, ya había besado a muchas personas antes pero Jimmy era diferente, el no era diversión de una noche, el era algo que quería conservar en su vida.

Pasaron algunos segundos más y por fin se habían separado.

Ambos se quedaron mirando el uno al otro fijamente ninguno se atrevía a decir algo, Gordon detallaba el rostro de Jimmy que ya había memorizado tiempo atrás, su mano acarició su mejilla como lo había hecho cuando Jimmy llegó esa noche lluviosa a su casa hace un tiempo, mientras que Jimmy ladeó su cabeza recargandose en la mano de Gordon dejándose hacer, Jimmy también miraba a David, su rostro era tan diferente al de el, tenía una mandíbula bien definida, un mentón fuerte y cabello brillante, además de sus ojos profundos, ahora sabía porque cada chica que se cruzaba con el no paraba de verlo.

Pasaron un minuto así hasta que la atmósfera se empezaba a tornar incómoda y se alejaron volviendo a sentarse en sus lugares.

Jimmy. – Eres un pendejo ¿Lo sabías?– Jimmy estaba sonrojado, cuando se dió cuenta de lo que acababa de pasar le dió vergüenza pero ya era demasiado tarde para arrepentirse.

Gordon lo miro y le dió ternura, era como un adolescente recibiendo su primer beso lo que también le dió gracia y le hizo darse cuenta lo inexperto que era Jimmy en el tema, al parecer su matrimonio nunca fue muy activo, además de que también noto cierta desesperación por parte de Jimmy, tal vez hace un tiempo que nadie lo besaba con cariño lo que significaba que ya no era unido con Nikki, eso lo hizo sentir feliz y su sonrisa no se hizo esperar, aunque también se sentía un poco mal por sentirse feliz sobre eso.

Gordon. – Por cierto mi respuesta sigue siendo no, ni de broma vuelves a entrar en la mafia–

Jimmy. – Hijo de... – Alguien tocó la puerta interrumpiendo a Jimmy – ¡Aaaaaaa! ¡¿Que nadie me piensa dejar hablar hoy?! ¡Estoy hasta la puta madre!– Gritó desesperado, ahora estaba rojo de la vergüenza y de la furia que sentía, mientras que David se hecho a reír burlándose un poco de el.

Mientras que Jimmy se levantó de donde estaba sentado mirando enojado a Gordon y fue a abrir la puerta.

Jimmy. – Hola buenas tardes, ¿Que se le ofrece?– Sonreía tratando de ocultar su obvia molestia.

Agustín García. – Estoy buscando a un tal Jaime Santoyo–