[7] Busan

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Subí todavía con la sensación de nervios a mi habitación, no sabía qué decirle o a qué quería llegar con el hecho de ir a verlo.

Me puse más cómodo y me metí entre las sábanas para ver si podía calmar un poco lo rápido que iba mi cabeza.

Lo cierto era que lo extrañaba todo el tiempo, me hacía falta su cercanía y la amistad que construimos. Antes de que ocurriera lo que tanto cambió el rumbo de nosotros, él era de las pocas personas con las que me sentía cómodo, yo no quería perder eso.

Por meses traté de ocultar las cosas y por ello nos alejamos cada vez más, pero decidí que ya no quería que las cosas fueran así, pensé en lo mucho que me gustaría sentir su compañía nuevamente.

Suspiré pensando en lo que le iba a decir... ¿quería pedirle disculpas por haberlo besado y por haber estado juntos? ¿estaba enamorado de él? no lo sé, era todo tan extraño, sentí que me había apresurado enviándole ese mensaje.

Pensé que no podría dormir, pero el cansancio me invadió y poco a poco caí en un sueño profundo.

Unas horas después desperté sobresaltado con el ruido de mi alarma, iba sumamente tarde para la clase de piano, así que corrí rápidamente a tomar una ducha y cambiarme de ropa.

Metí todas las cosas que creí necesitar a un pequeño bolso y tomé las llaves del coche para poder llegar por lo menos con poco tiempo de retraso.

Todo el día estuve inmerso en las actividades agendadas estrictamente en mi calendario, hasta que llegó una de las asistentes a decirme que mi celular había estado sonando durante toda la hora que duraba la clase.

¡Diablos había olvidado mirar mi teléfono!

Cuando me alcanzaron el bolso, miré la pantalla y tenía varios mensajes y llamadas perdidas de Jimin, el primero era para consultarme la hora a la que nos veríamos, el segundo que me envió fue para comentarme que él solamente iba a estar disponible a las 5 p.m. ya que iba a estar en un proyecto que le tomaría casi todo el día, así que a partir de las 6 p.m. ya no podría vernos, después me envió otro mensaje diciéndome que también al siguiente día partiría a Busan por unas semanas; lo último después de que me llamó varias veces fue un mensaje donde me dijo que si no me interesaba podíamos dejar las cosas como estaban, que yo había sido muy claro en el estudio el día anterior.

Miré mi reloj y marcaba las 5:30 p.m., busqué una aplicación de tráfico y la ruta marcaba unos 20 minutos hasta la casa de Jimin. No podía creer que hubiera perdido la oportunidad de arreglarme con él. Tomé mis cosas rápidamente y les dije a todos que lo sentía mucho, pero tenía una emergencia y no podría seguir con las actividades del día.

Salí corriendo al automóvil y mientras manejaba deseaba que de pronto todos los automóviles se hicieran a un lado para poder llegar antes de que se hubiera ido.

Por fin después de los 20 minutos exactamente pude llegar a su casa, me atendió la vigilancia:

-Señor Min, esperábamos verlo por aquí más temprano- mencionó el guardia mientras yo esperaba en el portón de la casa

-Lo sé, ¿me podría abrir?, quede de verme con Jimin- dije lo más apresurado, contando cada minuto que estaba desperdiciando ahí parado

-Lo siento, el señor Park se fue hace unos 10 minutos, le dijeron que tenía que llegar un poco antes a su cita de hoy- respondió apenado

Lo había arruinado todo de nuevo.

-Entiendo, muchas gracias ¿podría alguien decirle que lo vine a buscar?- dije con la última esperanza

-Claro, se lo haremos saber

Conduje de regreso a mi casa sintiendo toda la tristeza que podía tener, me detuve al lado del camino y envié una nota de voz a Jimin:

"Discúlpame por haberte fallado de esta forma, estuve muy ocupado y sé que no es una justificación, pero recién supe que tenías un horario limitado.

Quisiera poder verte, entiendo si no estas dispuesto, pero te extraño.

Suerte en tu viaje a Busan."

Esperé durante varios minutos y no obtuve respuesta. Me resigné a que posiblemente nuestra relación se iba a limitar estrictamente a lo profesional en adelante.

Estuve dando vueltas durante algunas horas, no me apetecía llegar a la casa y sentir todas las cosas que me producía el hecho de haberlo decepcionado; sin embargo, tenía que llegar en algún momento.

Cuando llegué estacioné el automóvil y me coloqué mi chamarra pues el frío estaba empezando a sentirse, lo que me pareció extraño por la época del año.

Caminaba como en automático cuando al tratar de sacar mis llaves, se cayeron del bolso y con fastidio me agaché para recogerlas.

-Tardaste mucho tiempo, Yoon- alcancé a escuchar

Al mirar hacia arriba pude ver a Jimin parado en la puerta de mi casa con una sonrisa dibujada en su cara.

-Estaba muriendo de frío, creí que nunca llegarías- me reclamó

-Y-yo, yo no sabía que estarías aquí, creí que tú... en fin, lo siento mucho Jimin- dije sumamente apenado

Él bajo el par de escalones que nos separaban, extendió sus brazos y me envolvió en uno de los cálidos abrazos que extrañaba tanto.

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