El Segundo Círculo.

Abolengo

Las relaciones personales hoy en día, han cedido terreno a lo virtual, los seres humanos ya no desean ver a los ojos a sus amigos o familiares, y en ocasiones, con justa razón; en lo que a mí concierne, prefiero un cálido saludo o apretón de manos que me deje entrever a la otra persona. Sentirla, para mí es un tema de educación. Mi abuelo, que en paz descanse, era un maestro fuera de lo convencional; tal vez de allí brotó mi interés en los métodos educativos que actualmente me obsesionan tanto. En fin, como te iba contando, siempre he sido partidaria de una educación integral, y que conlleve una corresponsabilidad entre maestro y aprendiz, sin dejar de lado la importancia de la formación parental, que es más, de lo que los mismos padres creen, «¿Cómo está tu caldo de pollo?», bueno la verdad en el mío, está un poco dura la carne. Como te iba diciendo, los padres en ocasiones subestiman a sus propios hijos, y esto crea seres humanos pobres. Súmale que ya no quieren ni sentirse físicamente. Entenderás el problema que se suscita en la mente de estos pobres pequeños, por ejemplo, hace un par de días recibí a un niño, tiene una condición especial; uno de tantos que no son diagnosticados por falta de recursos, y aunque, siempre les recomendamos a sus padres ir a la atención gubernamental gratuita, esta madre hace caso omiso, manda a su hijo con claras marcas de daño, y miente al respecto de cómo el niño se hace estas, "se cayó del árbol", "un primo jugando lo golpeó", nada más alejado de la realidad, sabemos que ella lo daña, ¿Que si lo hemos reportado?, ¡claro!, pero las autoridades ya no se interesan más, «vaya que es un cuento de nunca acabar» tenemos las manos atadas en este sistema que corrompe las mentes de los niños, y los moldea aceptando su vida de miseria, y a esos padres corruptos que no los quieren ¡Pobres de mis niños!, tan lejos del cielo y tan cerca de sus padres!. Como te decía, ese día la recibí como a todas las madres y padres "buen día, señora", y al paso de las horas noté que el niño dejaba ver un severo golpe, una marca que se asomaba por el hombro derecho, rápido lo reporté. Al final del día la directora del plantel y yo charlamos con la madre, tan ebria de alcohol como de ira, nos insultó y amenazó con demandar si volvíamos a tocar a su perro, así con esas palabras se expresó acerca de su hijo ¡un perro!, tuvimos que tragarnos la frustración, ¿Qué más podemos hacer?, el sistema la protege totalmente.

Hoy me siento tranquila, anoche encontraron a la perra descuartizada en una casa para mascotas, poéticamente sin corazón; yo no le deseo mal a nadie, pero estoy disfrutando la noticia, y este caldo como ningún otro. Dicen que la carne humana sabe a pollo, ¿Tú que piensas abuelo?.

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Amigos gracias por leer esta primer historia.Si les ha gustado no duden en apoyarme.

También les comparto el link de mi Podcast, donde estaré narrando historias personales, así como algunas otras que a mi ver son buenisimas.

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