I'ᴍ Aʟᴡᴀʏs Bʏ Yᴏᴜʀ Sɪᴅᴇ - [Tabi x Agoti]

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¿Qué mierda?, ¿Y este sujeto de donde carajos había salido? Había olvidado que su ex tenía un hermano mayor, nunca lo conoció lo suficiente, pero tampoco se daría el lujo de volver a caer en el juego de estos tipos.
Entró en el chat, solo para poder ver la foto de perfil del tipo, definitivamente tenía un aire a la muchacha que alguna vez amo.

Cegado por la ira, quiso insultarle, pero se tomó unos segundos para calmarse, y decidió que solo lo bloquearía, y un nuevo mensaje llegó.

"¿Podemos vernos? Tengo que hablar contigo, pero no es algo que podamos hablar por mensaje."

Pfft, ¿Este chico creía que era idiota? Ni de joda  le daría la oportunidad, pero... ¿Por qué tan de pronto?

- Tabi, ¿todo bien?

Sobresaltado, escondió su teléfono, y miró a Agoti, quien sólo se mostró confundido por su acción.

- S-sí, todo bien. Solo pensaba, estoy algo cansado. ¿Te parece si vamos a dormir?

- . . . Claro.

Se despidieron, y Agoti fue a su habitación, Tabi por su parte se levantó a cerrar con seguro la puerta de su habitación, volvió mirar su teléfono. Ahora sentía un poco de curiosidad por lo que fuera que este muchacho quería hablar con el, pero ¿qué tan conveniente era para él encontrarse con el hermano mayor de su ex?

Soltó un suspiro pesado, y le respondió.

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¿Qué quieres hablar? Tú y yo no tenemos nada que hablar.—

—Por favor, te prometo que solo seremos tu y yo, no hay truco. Puedes venir acompañado si quieres.
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Ja, sabia parecer convincente, pero no sometería a nadie a un contacto estrecho con alguien tan cercano a los Dearest.

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¿Dónde y cuando? Que sea corto.—

—Estaré ocupado mañana, y mi tiempo libre es corto. ¿Podemos vernos ahora? Tengo la noche libre. Podríamos vernos en el casino, te invito a beber algo.

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Sonaba bien, realmente era un lugar habitado, y si algo pasaba estaría rodeado de personas que pudieran acompañarle, el tema sonaba mal desde donde quisiera verlo, pero la curiosidad le ganaba.

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Vale, nos vemos en una hora en el casino.—
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Recibió un emoji de guiño de ojo, miró en dirección a la puerta, y se levantó silencioso, tomó su abrigo, y cargó con él una navaja, solo por si acaso. Su teléfono en su bolsillo, las luces apagadas, todo era silencioso.

Abrió con cuidado la puerta y salió, caminando en completo sigilo hasta la puerta principal, la cual abrió con mucho mas cuidado, y salió de aquel lugar.

Saliendo del edificio miró a ambos lados, la calle estaba vacía. Apuro su paso para salir, algo con lo que él no contaba era que Agoti estaba mirando tranquilamente por la ventana, y su curiosidad no tardó en despertar.