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Él muchacho de tez oscura estaba solo, en aquel pequeño estudio al cual algún día había llevado a Tabi para ponerle a prueba. Con su mirada perdida solo dejaba que sus manos se movieran por su cuenta, golpeteando con los palillos la batería que estaba frente a él, con una tonalidad alta, pero agradable.

No entendía porque se sentía tan insatisfecho, ¿Qué tenía por hacer?, ¿Por qué se sentía tan vacío?

Estaba tan sumergido en sus pensamientos, que no se percató que su amiga Ayana había llegado hace un par de minutos y había estado hablándole, hasta que ésta se puso frente a él y logró reaccionar.

- Oh, Ayana. Lo siento, no te oí llegar. —Dijo juntando los palillos para dejarlos a un lado y estirar su mano para dar un apretón de manos con su amiga.

- Sí me fijé. ¿Y Tabi?

- Aah... Estudiando en casa, ya sabes. La universidad.

- Entiendo, y bueno... ¿Qué tanto pensabas?

- Sinceramente, no lo sé. Me siento raro.. —Suspiró y volvió a ver a su amiga.— ¿Cómo sabes que te gusta alguien? Quiero decir, tienes novia, y eso...

- ¿Mh? ¿Es lo que estoy pensando? ¿Él coraza impenetrable acaba de abrir sus puertas al amor? Aaaawwww,  sabia que este día llegaría. —se acercó a su amigo y le apartó de la batería para sentarlo en el sofá y ponerse a su lado.— Primero, ¿quien te gusta? ¿La conozco?

- Ah... Si le conoces, pero no sé si decirte quien es.

Otra vez, estaban asumiendo que gustaba de una chica, ¿tan raro era que resultara ser un chico? ¿Acaso solo estaba exagerando?

- Bueno, pero dime quien, ni que fuera un delincuente.

Realmente se lo pensó, ¿Contaba como delincuente? Después de todo, había hecho explotar y quemarse un restaurante entero. Agachó un poco su mirada, y llevó su mano detrás de su cabeza, quiso decirlo, pero realmente no sabía cómo empezar.

- Bueno, tampoco te fuerces. Respondiendo a tu pregunta; Sabes que te gusta alguien cuando solo quieres el bienestar y lo mejor para esa persona. Cuando lo darías todo por tu persona amada para que esta fuera feliz, no queriendo separarte de su lado, queriendo llenarle a besos y darle abrazos y... ¿Por qué no? Tal vez un poco de manoseo.

- ¡A-Ayana!

- ¿Qué? Ya estás grandecito, pero no significa que te apresures, asegúrate que le gustes también, insinuale, trata de sacarle respuestas con preguntas no tan directas, y si no te convence, un poco de coqueteo está bien, pero no le celes, eso es desagradable.

- Entiendo... Lo intentaré.

- No es necesario que le des regalos, pero si te apetece también puede ser uno que otro de vez en cuando.

- Vale, lo tendré en cuenta. Gracias.

- ¿Ya me dirás quien te gusta? Yo te comenté que me gustaba Dalia antes de que fuésemos novias.

Agoti se sonrojó un poco, tomando del cuello de su chamarra se cubrió parte de su rostro al momento en el que apartaba su mirada, sus manos temblaron, le asustaba esto, ¿Era gay? ¿Estaba bien esto?, ¿Podría esto afectar su carrera? No quería destruir todo lo que había trabajado, pero no quería perderse la oportunidad de amar, pero tampoco estaba seguro que le gustaba Tabi. Tartamudeo un poco, buscando calmarse tomo aire y suspiró. Se dio palmaditas en el rostro y miró a la muchacha a los ojos, ya más confiado.

I'ᴍ Aʟᴡᴀʏs Bʏ Yᴏᴜʀ Sɪᴅᴇ - [Tabi x Agoti]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora