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Amaneciendo, el muchacho de tez oscura se removió un poco en su posición, queriendo alcanzar su teléfono en la mesita junto a la cama, pero una fuerte punzada atravesó su cadera haciéndole quejarse fuertemente impidiéndole moverse nuevamente, se desplomó sobre la cama, y el ruso se levanto de un salto por el ruido y se acercó a verle.

- ¿Estás bien? ¿Qué te duele?

- Mmmhhh, me duele desde la cintura para abajo.

- Ahhh, lo siento. Diablos, no tengo ninguna pastilla para darte, permíteme y voy a comprar algo.

Se apartaba cuando el joven le tomó de la mano impidiéndole alejarse de su lado, volvió a verle y el chico tenía una expresión de súplica.

- No, no te vayas. Acuéstate conmigo un ratito

- Pero eso no te quitará el dolor.

- Aun así disfrutaría de la razón por la cual me duele

Logró jalar al ruso para recostarle a su lado, haciendo un pequeño esfuerzo se levantó para poder pasar una de sus piernas al otro lado del cuerpo de Tabi pudiendo quedar sentado sobre el.

- Hagámoslo de nuevo, aquí.

- ¿Qué? P-pero no tenemos condones, y si tu padre-

- El no molestará, me cubres la boca y pan comido.

Moviendo suavemente su cadera, algo adolorido buscaba tentar al más bajo, el cual jadeó suavemente por los roces en aquella zona baja tan delicada, llevando sus manos a las caderas del muchacho sobre el, percibió un suave quejido por parte del joven. Y cuando iba a decir algo el teléfono interrumpió.

- ¿Ves? Tenemos que bajar.

- No, shh. No te me escapas. —Reclamó el joven alcanzando su teléfono y contestó en aquella posición dispuesto a seguir moviéndose.— ¿Aló? —se tensó al oír la respuesta al otro lado y se apartó de Tabi, levantándose rápido de la cama.— ¿Si, papá? Dime.

El ruso solo soltó una carcajada al momento en el que él muchacho cambió de ideas de un momento a otro y le vio apartarse tan rápido.
Agoti volteó a verle algo irritado mientras oía a su padre al otro lado del teléfono, con una ligera cojera se apartó de la cama lo suficiente para no distraerse con su compañero de cuarto y poder hablar tranquilo con su manager.

¿Y si lo molestaba? Levantándose de la cama, Tabi se acercó a Agoti por la espalda, apegándose a él desde atrás, metiendo sus manos bajo su ropa, haciendo temblar enseguida al más alto el cual le miró de reojo con algo de molestia.

- ¿Entonces saliste? —Preguntó Agoti a su manager.— ¿No? Vale.

Mientras las manos del ruso subían por su pecho y comenzaban a juguetear con sus pezones, cruzó una de sus piernas, y mordió su labio para ahogar un leve jadeo, lo cual alertó al otro hombre a través del teléfono.

- N-No, no, estoy bien. Solo... Me duele un poco la cabez- —Cubrió su boca con su mano al percibir una humedad en su cuello.

I'ᴍ Aʟᴡᴀʏs Bʏ Yᴏᴜʀ Sɪᴅᴇ - [Tabi x Agoti]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora