I'ᴍ Aʟᴡᴀʏs Bʏ Yᴏᴜʀ Sɪᴅᴇ - [Tabi x Agoti]

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La alarma del muchacho sonó, indicando que ya era hora de despertar, no quiso dejar a Tabi levantarse, y ninguno de los dos apago la alarma, permitiendo que suene hasta el cansancio.

La alarme cesó, y Tabi le dio palmadas a su amado para que le dejara ir, tenían que alistarse para el viaje.

- Agoti, deja que me levante mínimo...

- Mmhhh... No quiero, estoy calientito

- Atrevido.

- No en ese sentido, pero si quieres si. —Se rió, algo pícaro.

Restregó su rostro en él pecho de Tabi, y se incorporó un poco, cuando el ruso trató de levantarse volvió a agarrarlo y lo abrazó.

- Agotiii...

- Mmhh, por favooooor...

- ¿Que cosa?

- Sexo.

- No, no tengo ganas.

- Ahh, bueno. —le dejó ir.

Tabi se levantó rápido antes de que el muchacho se arrepintiera, abrió la puerta al gatito para que saliera del cuarto y luego volvió a cerrarla, el de piel mestiza solo le miró con irritación a medida que el ruso se vestía. Se quitó las sabanas de encima y se acomodó de cierta forma en la cama, para así silbar y llamar la atención del ruso.

- Que malo, dejándome con las ganas en una acalorada mañana.

El más bajo le quedó mirando en silencio, Agoti solo sonreía con picardía y cierta burla, gustaba de molestar a su compañero de aquella forma, lo que no esperaba era que este se precipitara a él bajándose el pantalón.

- ¡E-espera!

- Sí nos escuchan será tu culpa.

...

Ya arreglados, recién duchados, salieron de la habitación, primero Tabi, quien fue totalmente alegre a la cocina a prepararse algo para comer. Detrás fue Agoti, quien al pasar por la sala se topó con la mirada burlona de su hermano mayor.

- Ni una sola palabra de esto.

- Tampoco iba a decir algo. —Dijo acariciando la cabeza de Flux quien buscaba su atención como un perrito.

- ¿Desayunaron? —Se acercó al sofá y saludó a Flux.

- No he podido, este no se quita de encima desde que llegó. Yo veo que ustedes vinieron por el postre, porque con tremenda forma de comerse es imposible que tengan-

- ¡¿Que te dije?! —Le dio un golpe a su hermano.

...

Las horas pasaron, Solazar y Aldryx acompañaron a los tórtolos a llegar al aeropuerto, el viaje sería en unos minutos, pero Solazar le recordaba frecuentemente a Agoti que le llamara por si ocurría cualquier cosa, como si fuera un niño pequeño al cual le había permitido ir a el campamento de verano y temiera dejarle ir solo.
Agoti solo asentía y le afirmaba todo a su padre, recibiéndole todo lo que estaba entregándole a última hora para su viaje en caso de emergencias, Aldryx y Tabi estaban mirándoles en silencio a un lado, de brazos cruzados. Cuando el de piel rojiza le dio un empujón al ruso con el codo.