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Towa abrió la puerta de su casa dando paso al oji esmerlada. Este último admiraba los acogedores muebles que esta poseía, y no hay que culparlo, nunca en su vida había visto semejante elegancia. Se despojaron de sus maletines escolares y la chica platinada decidió dirigirse a la cocina. Tenía tanta hambre que sería capaz de devorar lo primero que estuviera a su alcance.
- Vamos a ver que encuentro por aquí... _ Abrió la nevera para buscar algún bocado apetitoso, por suerte había muchas cosas para escoger; tomó una bolsa de pan integral, unas jaleas y unos refrescos, a pesar de estar muerta del hambre no se olvidaba de que tenía invitados.
El castaño sólo observaba sentado en el comedor con suma delicadeza la silueta femenina que andaba en la cocina. Ella era muy bonita, hasta en la oscuridad iluminada por la luna y algunas luces. Amaba observar cada detalle de ella: a pesar de la pelea tenía unos brazos finos y elegantes, su postura tan esbelta y su perfil de rostro bien delineado la hacia ver como una princesa. No, una princesa no. Una reina.
La albina se dirigió a donde el estaba y se sentó quedando frente a frente con el, puso la comida y los refrescos en la mesa para que tomara.
- Mmmm esto está muy rico. _ dijo el oji trébol saboreando lo que consideraba un manjar. Por otro lado, la oji borgoña no se quería ver cómo una desesperada comiendo, viéndolo a él fijamente con un semblante de interrogación.
- ¿Ocurre algo, señorita Towa? _ No demoró mucho en sentir su mirada fija en el, tal vez fue por lo que le confesó hace unos minutos. Ya no hay nada por ocultar, si ella quería saber más y el tenía la información en su disposición se la daría sin temor alguno.
- ¿Mi mamá está muerta o sigue cargando con la maldición? _ La albina volteó hacia la ventana, sus ojos se veían cansados, con una tristeza que reflejaba en ellos.
- Tengo entendido que está en el Árbol de las Edades, para que así el tiempo para ella no pasé al igual que la maldición.
- ¿O sea que aún es joven?
- Tiene 18, la edad en la que dió a luz. _ Se escuchó como Towa escupió la bebida, afortunadamente no estaba viendo al joven, empezó a toser cubriendo su boca, al recuperar la respiración miró con sorpresa y enfado a Riku.
- ¿¡CÓMO ES ESO DE QUE NUESTRA MADRE TIENE CASI LA MISMA EDAD QUE SETSUNA Y YO!?
- Físicamente, pero mentalmente puede tener los 32 años correspondientes. Ella me recuerda a ti, las dos tienen la misma luz e inocencia que contagia a todos.
- No me jodas. Ella ha de sufrir mucho en estos momentos _ se cogió la cabeza con las manos apoyándose en la mesa, luego de un rato volvió a preguntar. _ Exactamente, ¿Qué pasó en el momento en que Setsuna murió?
- Los sueños de Setsuna funcionan para que Rin siga soñando y se mantenga intacta en el tiempo, retrasando la maldición. Por eso al morir Setsuna iba a avanzar aceleradamente por haber pasado 14 años quieta, pero al ser revivida se detuvo nuevamente.
- Así que por eso mismo fue que mi papá revivió a Zero, por salvar a mi mamá. Con razón, ahora las cosas tienen más sentido.
- Exacto. _ Un rotundo silencio se apoderó del ambiente por un buen rato. Ambos miraban hacia la ventana, ninguno se atrevía a voltear la vista. No fue hasta que el castaño decidió hacer un cumplido. _ Los relojes son muy lindos, pero me quedo con el de arena.
- ¿Reloj de arena? Pero no hay ninguno.
- ¿Dónde puedo descansar, princesa?
- Sube al otro piso, en la habitación del fondo a la derecha.
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- ☆ Viaje entre épocas a través de sueños.
RomantizmLuego de la muerte de Setsuna, Riku y Towa son hechizados con una maldición que los transporta a la época actual a través de sueños, su misión es acabar con ello o su alma se pudrirá en vida ¿Descubriran sus emociones más profundas? ¿Su lazo de amor...