- ☆ Viaje entre épocas a través de sueños.

- Cap. 16 -

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¿Por qué? ¿Por qué he despertado si aún no es hora de regresar?

Ah... Claro...

Soy un jarrón vacío.

Un cuerpo sin alma.

Entonces, ¿No moriré por esta maldición?...

Claro, nadie nunca le había interrumpido el sueño, pero ese estruendo fue suficiente para que su pesadez se desapareciera por completo. Por la otra pregunta, ahora que lo pensaba, el nunca se sintió débil, mucho menos lo aparentaba. Pero ella si...

Al ser despertado de golpe y tener a la peliplata a su lado, se percató de que ella estaba dormida aún, pero se le veía muy pálida, más de lo acostumbrado a ver, tanto así que se marcaban disimuladamente unas ojeras. Tal vez no se había dado cuenta porque en el sueño se veía con una apariencia sana. Gran engaño.

- ¡RIKU! GRACIAS A TODOS LOS SANTOS HA DESPERTADO

- Takechiyo, ¿Qué está pasando?

- Pues amo, estábamos descansando, pero la señorita Setsuna se inquietó en un momento, entonces nos despertó. Se inquietó mucho ya que olía a Kirinmaru cerca; rastreo su olor y se fue con Moroha. Me encargó de despertarlos a ustedes ya que lo intentó una y otra vez pero no lo logró y estaba de afán. Si no fuera por el estruendo usted seguiría ahí durmiendo como si estuviera sedado.

- ¿Hacia donde se dirigieron las chicas?

- Al sureste, no sé que habrá pasado.

- Iré de inmediato.

- ¿Y Towa? ¿Por qué no despierta? _ el mapache se hallaba preocupado por la peliplata, ya que aún con ese gran estallido no se inmutó de nada.

- Trata de despertarla, no sé cómo pero has lo posible. Y otra cosa Takechiyo.

- Dígame señor.

- Cuídala. Es más, llévala con Kaede, seguro ella podrá despertarla. No quiero que Kirinmaru le ponga un dedo encima.

- Prometo que no lo defraudaré.

Riku se agachó para acomodar algunos cabellos que estaban pegados en el rostro de la chica, detallando su rostro. Se dirigió a la salida y emprendió su camino al destino de las Yashahime.

Se aseguró de guardar en su mente la imagen de Towa en su cabeza pues, lo más seguro es que no vuelva a verla.

🗡️🗡️🗡️

- ¿Y se esfumó así nada más?

- Si, y no lo sé pero tengo el presentimiento de que algo está pasando en la Época Feudal.

- Ay no puede ser... Sesshōmaru. _ Rin mostró un rostro aún más preocupado.

- ¿Qué sucede?

- No te comenté nada porque llegó Riku y no quise alterarte, pero antes de venir aquí, en la Época Feudal al despertar de la maldición de la mariposa, Sesshōmaru y Kirinmaru tuvieron un enfrentamiento y no supe como acabó, ya que el señor Jaken me sacó de allí para no correr otro peligro.

- Oh no, esto no pinta bien.

- Pero Riku... Sigo sin entender su desaparición repentina.

- Mamá.

- ¿Hmmm?

- ¿No será que algo fuerte lo despertó? Es más fácil supongo, por lo que no tiene alma propia.

- No puedes despertar por voluntad ¿Verdad?

- Créeme que en estos momentos no quiero estar aquí. ¿Y si Setsuna está en peligro?

- Tranquila, ella sabrá defenderse, confio en ella.

- Yo también confíe en ella y mira como acabó..._ Empezó a sollozar recordando ese mal sabor que le dejo la muerte de su hermana.

- Towa... Siento que voy a despertar.

- ¿Q-qué?

- Si... Escucho a... Jaken. _ La castaña miraba a su alrededor confundida. _ Towa, yo creo que mi tiempo en esta época se ha agotado.

- No no no, mamá no me dejes aquí sola por favor. _ Tomó las manos de Rin, pero esta se fue desapareciendo poco a poco hasta que al fin, la albina quedó sola en la casa.

- No puede ser... ¿¡Y ahora yo qué hago!?_ tomó sus cabellos, estaba desesperada, pensaba en el peligro que podrían estar los demás en 500 años atrás; además, las palabras de Riku no salían de su cabeza y eso la asustaba aún más. Se resignaba a que esa vez, en el mirador, fuera la última vez que lo viera.

🗡️🗡️🗡️

Momentos atrás
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.
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Setsuna y Moroha se dirigían a donde habían sentido el olor de aquel demonio, algo debe estar tramando pues no estaba en su barco, había peligro cerca y ganas no les faltaba para darle por fin una muerte deliciosa.

Llegaron a su destino, el cual estaba cerca del mar, pero no estaba su barco por ningún lado. Luego se dieron de cuenta que el muy descarado estaba hechado sobre la hierba, seguro esperando la llegada de sus presas.

- Que miseria tener que verlas de nuevo, princesas mitad-demonio.

- Si así piensas de nosotras, no te imaginarás la repugnancia que nos da ver tu asquerosa cara de nuevo.

- Pero si ustedes fueron las que decidieron venir, yo no las obligué. _ puso una sonrisa sarcástica junto una mirada de deseo, deseo puro de revancha.

- ¡No te hagas el estúpido Kirinmaru! Se sabe que vas a empezar con tus patrañas de nuevo. _ Setsuna desenvolvió su espada al igual que Moroha.

- Setsuna por favor, antes de concederme su última batalla, ¿no quieres ver... a tu padre?

- ¿Eh?

Empezó a temblar, las hanyo estaban confundidas, no se separaban la una de la otra pues sabían que ese ser era capaz de cualquier cosa. De repente, las olas se alzaron muy alto, chocaban entre ellas; en un momento pareció como si hubiesen dado un grito de furia, dando un golpe final entre si causaron tal estallido que las hanyo tuvieron que tapar sus oídos, el tímpano era su debilidad ante tal sonido y... ahí apareció su barco. Lo tenía bien escondido. Tal era la impresión de las chicas que el Kirin tomó ventaja de su poder, usando las olas para tomar a las hanyo y encerrarlas en el último piso del barco. Aquí es donde se va a formar...

LA BATALLA FINAL

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