ROMANCING, han seojun

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El silencio hizo eco a su alrededor, si escuchaban atentamente podían escuchar al Sr. Han y al Decano decir algo, o los gritos de los otros estudiantes.

Pero por ahora, todo en lo que Seojun podía concentrarse era en los pequeños sollozos que provenían de la chica sentada a su lado, evitando su mirada como si su vida dependiera de ello.

Habían aparecido manchas húmedas en los extremos de sus mangas, manchas oscuras en sus jeans donde habían caído las lágrimas. Ella le había dicho todo, incluso si había llorado todo el tiempo.

Seojun sabía que no había podido procesarlo correctamente en ese momento, solo podía tomarlo y dejarlo reposar en su mente hasta que estuvo solo. Pero por ahora, Miyeon sería su enfoque.

─Hey hey hey ─comenzó, moviendo suavemente a la chica para mirarlo. Extendió la mano, colocó una mano en su mejilla, el pulgar comenzó a limpiar las lágrimas allí, y ella levantó la vista lentamente─. Está bien, Miyeon.

Fue a mover la otra mano, pero vaciló cuando vio el evidente estremecimiento que sacudió su cuerpo cuando se acercó a su mejilla─. Yo no soy tu madre ─él la tranquilizó, horrorizado de que la idea de que Kwon Yujin la golpeara fuera lo primero en lo que había pensado la chica Hwang.

Su mano revoloteando justo por su mejilla, moviéndola suavemente hasta que hizo contacto con su piel─. Ahí tienes ─él sonrió, sus pulgares se secaron las lágrimas, sus pestañas revolotearon ligeramente mientras él seguía la caída debajo de su ojo, muy suavemente.

Si Miyeon no hubiera estado tan preocupada, tal vez esos sentimientos que se había obligado a tragar habrían resurgido con bastante rapidez.

Grandes y entrecortadas respiraciones la estremecieron, y por un momento pareció que la tormenta se estaba calmando. Pero cuando Seojun sintió una lágrima caer sobre la punta de su pulgar, supo que no era así.

Rápidamente, movió sus manos lejos de su rostro, alcanzando y tomando una muñeca, presionando suavemente su pulgar hacia abajo, el latido tranquilo normal se volvió errático por la emoción─. Miyeon, por favor escúchame ─comenzó, entrelazando sus dedos, tirando suavemente de sus manos.

Ella miró hacia arriba, sollozando, los ojos borrosos por las lágrimas─. Hey, Miyeon ─se ofreció una suave sonrisa, Seojun había lidiado con disgustos antes, pero aparentemente ninguno como este.

─Lo siento ─ella jadeó─. Lo siento tanto, Seojun, no sé... estoy... ─seguía interrumpiéndose, las palabras salían de sus labios sin pensarlo─. Lo siento mucho.

─Hwang Miyeon ─la aspereza de su tono pareció sobresaltarla y asintió apresuradamente─. No seas tonta. No tienes nada por lo que disculparte.

─Respiraciones profundas, ¿recuerdas? Vamos a contar, ¿de acuerdo? Es fácil ─y lentamente, comenzó a contar, rastreando las leves cicatrices que cruzaban la piel de sus muñecas─. Dentro y fuera... ahí lo tienes. Son diez ─Miyeon estaba algo más tranquila, se alejó de eso─. Ahora, vamos a limpiar el resto de esas lágrimas.

Seojun se quitó la chaqueta de cuero y se quitó la tela de la camisa con la mano, acariciando suavemente las mejillas de Miyeon─. Tu cara va a estar toda hinchada ─comentó, bastante orgulloso de sí mismo cuando consiguió que ella se riera. Era silencioso y absolutamente minúsculo, pero estaba allí.

─Estúpido ─murmuró, aclarándose la garganta, levantando sus propias manos y apartando las de él, reemplazándolas mientras se limpiaba las lágrimas─. Gracias.

─No hay problema. ─respondió Seojun, mirándola por un momento más antes de apartar la mirada, sus ojos recorriendo el lugar del campamento─. Gracias por decirmelo.

─Lo siento. ─ella repitió su forma de palabras antes─. Lo siento, no te acabo de decir... Simplemente no pude encontrar las palabras antes y estaban sucediendo tantas cosas a la vez y-

─No, debería ser yo quien se disculpe ─las palabras hicieron que Miyeon mirara hacia arriba, confundida─. No seas tonto, no es necesario, sé que no fue tu culpa... Creo que siempre lo he hecho, pero yo solo... es horrible, he sido horrible.

─No te culpo. Estabas sufriendo y él había muerto y no debería haberlo hecho y necesitabas un lugar para dirigir eso ─Miyeon dijo con cuidado, tratando de no decir nada que fuera demasiado, en cierto sentido─. ¿Eso significa que no me odias? ─preguntó la chica Hwang, con voz pequeña.

─Creo que nunca lo he hecho ─Seojun admitió con una burla─. En algún momento del camino me di cuenta de que eres solo mi amigo, y eres molesto y no puedo deshacerme de ti aunque lo intente.

─No me importa esa descripción ─Miyeon tenía una gran expresión en su rostro cuando Seojun la miró, la chica definitivamente contuvo los comentarios.

─Eres bastante difícil de quitarte de encima, Hwang Miyeon. Nunca he visto a alguien tan decidido a hablar con alguien que lo acuse de cosas como yo, o que le diga que lo odia ─Seojun negó con la cabeza, algo incrédulo.

─Quizás te conocía demasiado bien. Te preocupas demasiado como para odiar a la gente. Lo olvidé cuando fui a Nueva York. Pero no odias a la gente, a la que solías preocuparte, incluso si crees que no la odias ─las palabras de Miyeon estaban llenas de conocimiento oculto, algo que solo sabría por lo cerca que estuvieron alguna vez.

Y tal vez, podrían regresar allí ahora.

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