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Habiendo levantado a Seojun del suelo, Miyeon los condujo a la sala de estar principal, sacando una de las caja menos pesadas que había estado en su sofá (que estaba hecha de un maravilloso terciopelo color salvia) durante varias horas, esperando ...

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Habiendo levantado a Seojun del suelo, Miyeon los condujo a la sala de estar principal, sacando una de las caja menos pesadas que había estado en su sofá (que estaba hecha de un maravilloso terciopelo color salvia) durante varias horas, esperando para desempacar mientras avanzaba por las otras áreas de su estudio.

─Se ve bien ─dijo Seojun, sus ojos recorriendo el área de la cocina casi sin empacar, luego las otras cajas de cartón─. Bueno, tan bien como puede verse un apartamento mientras la mitad todavía está en cajas.

─Mañana estaré ocupada ─Miyeon cruzó los brazos sobre su estómago, examinando lo que aún tenía que hacer, en su mano estaba el vaso que una vez había estado lleno de agua para Seojun─. ¿Quieres algo más? Otro vaso de agua, o algo de comer considerando que vomitaste en mi baño de abajo.

─Estoy bien por ahora, gracias ─el chico Han parecía algo divertido mientras la veía caminar hacia la cocina, lavando el vaso en el fregadero─. Pareces mayor ─comentó.

─¿En serio? ¿Y no era antes? ─la voz de la chica se extendió por el mostrador hasta donde él estaba sentado, volviendo a ese tono etéreo con la que había contestado el teléfono. Seojun se quedó mirando por un momento, antes de decidir que lo más probable era que estuviera cansada.

─Bueno, lo eras... pero esto es diferente ─respondió Seojun mientras regresaba de la cocina, sacando otra caja del sofá y sentándose a su lado, cruzando las piernas debajo de ella.

─Parece que estás a punto de hervir con esa estúpida chaqueta ─Miyeon inclinó la cabeza y extendió la mano─. Vamos, sacatelo mientras estés aquí. La señorita Bae tiene un perchero especialmente.

De lala gana, Seojun se quitó la chaqueta de cuero y decidió no cometar cómo sus palabras acababan de demostrar su punto de que ella era má adulta y simplemente se lo dio.

─Debería ayudarte con algunas de estas cajas ─él le dijo, sus ojos se dirigieron a la mesa de café en la que estaban colocadas aún más cajas─. ¿Estás planeando terminarlo mañana o...?

Se detuvo, sus ojos se posaron en la parte superior de una de las cajas abiertas. Justo en la parte superior había un cuaderno de aspecto bastante desgastado, y a pesar de que la mitad de la cubierta estaba a punto de caerse y los nombres que alguna vez adornaron la caja en el frente estaban garabateados con lápiz duro, era distinguible y lo reconoció al instante.

─Estoy planeando terminarlo esta noche ─Miyeon regresó a la sala de estar, su expresión se suavizó al ver lo que él estaba mirando─. Puedes leerlo, supongo. No se ha agregado mucho desde la última vez que lo viste.

Seojun apenas dudó mientras lo consideraba por un momento, extendiendo la mano y sacando con cuidado el libro de la caja, abriendo las páginas y hojeándolas suavemente, con la mirada temblorosa sobre los garabatos familiares que pertenecían a Seyeon cuando estaba ocupado. Pasó hojeando las páginas de letras de canciones, leyendo las páginas de notación musical que había ayudado a escribir para acompañar las letras de la pareja, recorriendo con la mirada las páginas que mantenían conversaciones rápidas cuando estaban en clase o se sentaban juntos durante sus evaluaciones semanales.

ROMANCING, han seojunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora