ROMANCING, han seojun

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La semana escolar había pasado en días de extrañas interacciones entre Suho y Jugyeong, otros estudiantes miraban y se preguntaban qué había pasado.

Miyeon era la única que realmente lo sabía, y también sabía cómo guardarse las cosas para sí misma.

La chica Hwang había seguido quedándose con Suho, pero había comenzado a planificar formas en las que podría conseguir su propio lugar para quedarse. No sería fácil, pero esperaba poder pedirle dinero a su padre.

Él era, por mucho, el mejor padre para ella y como persona en general. No había hablado con él desde que se fue, pero por lo que le dijo Eunjoo, Hwang Sangwon estaba bastante molesto por la terrible experiencia.

Tanto es así que Yujin no había estado en la casa en días, había empacado una maleta y se había ido. Eunjoo se había convertido en la única fuente de noticias de Miyeon sobre sus padres, y había tomado en cuenta lo que el ama de llaves le había dicho.

Y así, mientras Suho desaparecía de la casa y se dirigía a un centro comercial bastante alejado para su cita con Jugyeong, Miyeon había quedado en encontrarse con alguien de bienes raíces para buscar algunos apartamentos.

Miyeon no estaba segura de cómo abordar el tema de mudarse con Suho todavía, pero dado que no se sentía cómoda yendo sola, tuvo que pedir ayuda.

Y con Suho permaneciendo en la oscuridad acerca de esta idea, Jugyeong, sin saberlo, le dio a la chica Hwang la oportunidad de mirar a su alrededor, pero eso también significaba que no estaba disponible, Miyeon tenía una persona con la que se sentía realmente cómoda, Han Seojun.

Se alineaba perfectamente con lo que él había dicho antes acerca de salir a comer y dejar que ella le diera algo de comida, en lugar de solo comida para llevar.

─Recuérdame por qué decidí pasar mi sábado contigo buscando apartamentos. Podría haber estado haciendo cosas ─Seojun caminó junto a ella, con las piernas largas, lo que significaba que Miyeon tenía que acelerar para seguirle el ritmo.

─Porque... me lo debes. Después de todo este tiempo de culparme y odiarme ─Miyeon respondió, Seojun dejó escapar un suspiro de resignación.

─¿Cuántas veces vas a usar eso como una excusa para que haga cosas? ─preguntó, inclinando la cabeza mientras hacía la pregunta, sin apartar los ojos de donde estaba caminando.

─Todavía no estoy seguro, tal vez hasta que se hunda. Oye, ¡deberíamos comer allí! ─Miyeon se interrumpió, mirando su teléfono─. Todavía tenemos una hora antes de la cita y dijiste que deberíamos salir a comer en algún momento.

─...Podría comer ─Seojun asintió, dirigiéndose hacia la tienda.
En media hora estaban sentados en una mesa, varios tazones frente a ellos y la promesa de una buena comida─. ¿Ya has descubierto lo que estás haciendo para hacer? ¿Para las opciones de carrera? ─Seojun, por supuesto, se refería a la tabla en las hojas de papel que el Sr. Han había repartido mientras hablaba de guiarlos a través de sus exámenes de ingreso a la universidad.

En la mesa en la parte inferior de la hoja, una de las cajas había preguntado sobre su carrera deseada. Y Miyeon tenía un pequeño problema con eso. Al igual que Seojun.

─Yo podría hacerte la misma pregunta ─Miyeon lo miró─. ¿Qué diablos vamos a hacer?

─Eso depende, Hwang Miyeon ─hasta ahora, Seojun había sido perfectamente feliz simplemente sentado allí, sin comer todavía. Pero con su respuesta, se sentó y tomó un par de palillos, tomando un bocado de comida.

─¿Depende de qué, exactamente? ─Miyeon sintió como si ya supiera la respuesta, pero quería escucharlo decirla.

─Si tú... o yo, supongo, deseamos volver a la industria en la que estábamos antes ─Seojun levantó la vista de su comida─. ¿Queremos buscar trabajos adecuados, o queremos volver a ser aprendices y tener la oportunidad de debutar?

─No sé lo que quiero hacer. Eso es lo que se me da bien... cantar, bailar, escribir canciones. Pero es tan cruel ─Miyeon negó con la cabeza, deshaciéndose de cualquier pensamiento que hubiera surgido.

─Serías un buen ídolo ─la mirada de Miyeon parpadeó hacia arriba─. De verdad, lo digo en serio ─Seojun insistió─. Pero también debes saber que estamos a punto de perder nuestra primera cita ─dijo de repente, después de mirar su teléfono.

Maldiciendo por lo bajo, Miyeon saltó de su asiento, Seojun se apresuró a hacer lo mismo. Estaba realmente contento de que ella lo hubiera elegido para venir y ayudarla en su misión de encontrar un apartamento.

Mira, Seojun tenía la costumbre de preocuparse por Miyeon. Parecía saber cuándo algo andaba mal, y no importa cuánto dijera que la odiaba, ese odio desaparecería en un instante para poder ayudarla.

A través de la explicación de Miyeon, Seojun logró recuperar a un amigo, de los tres que perdió. No tenía la capacidad de traer de vuelta al tercero, y no buscaba exactamente hacerse amigo del segundo.

Fue con su mayor placer que se conformó con el primero, sintiéndose más feliz de lo que se había sentido en mucho tiempo.

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