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Con ellos cómodos en casa después del viaje, no pasó mucho tiempo hasta que regresaron a la escuela, solo el resto del día, de hecho

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Con ellos cómodos en casa después del viaje, no pasó mucho tiempo hasta que regresaron a la escuela, solo el resto del día, de hecho.

Miyeon estaba bastante feliz de estar de vuelta; el viaje había sido divertido pero había una especie de consuelo al volver a un horario establecido, un lugar donde tienes que estar. Especialmente después de todo lo que sucedió mientras estaban fuera y antes.

La niña Hwang pensó que trataría el viaje como si fuera una recompensa por alejarse de sus padres. Y había comenzado así, y mayormente era eso. Pero entre esos momentos felices y relajantes había pensamientos amargos, cosas que Miyeon prefería que no sucedieran.

Como Seojun confesándole que le gustaba Jugyeong. Lo cual estaba bien para ella, solo porque ella estaba teniendo estos extraños sentimientos no significaba que él los tuviera. Cuando se lo dijo, le dolió, pero se dio cuenta de que si ella era la única que tenía estos sentimientos, sería injusto decírselo.

Era tan sorprendentemente obvio que le gustaba Jugyeong. Miyeon no lo culpó: Jugyeong era realmente una persona bonita en todos los sentidos de la palabra, sin importar cómo pensara que se veía. Era hermosa por fuera y por dentro. En general, Miyeon no culpó a Seojun por gustarle.

Por ahora, sus sentimientos eran irrelevantes. Eran unilaterales y, por lo tanto, problemáticos si salieran a la luz. Miyeon había llegado a esta resolución momentos después de escuchar a Seojun admitir sus sentimientos, y ella iba a seguir con eso.

No más celos, no más lectura de las cosas. Ella simplemente se divertiría y trataría de no notar la sensación de dolor. No sería justo para Seojun o Jugyeong.

Miyeon estaba contenta de tener de regreso a quien ella consideraría quizás su amigo más cercano. Hubo una diferencia obvia desde que le contó a Seojun lo que había sucedido en esa fatídica noche, y la niña parecía vivir más libremente. Como si le hubieran quitado un peso del hombro por completo.

Todavía existía esa culpa, pero con Seojun perdonándola lentamente y Suho ya lo había hecho, Miyeon decidió que en lugar de concentrarse en esos sentimientos, trabajaría para poder perdonarse a sí misma también.

Ella no era la única que había cambiado, estaba bastante claro que Suho se había vuelto mucho más feliz desde su confesión con Jugyeong y el beso que siguió poco después.

De hecho, esto pareció mostrarse al día siguiente. Habían llegado a la escuela de manera similar, deteniéndose a unas calles de distancia y separándose, Miyeon salió corriendo para encontrarse con Jugyeong o Sooa, y Suho los siguió, tomándose su tiempo como siempre.

─Buenos dias ─Miyeon prácticamente cantó mientras se deslizaba en el asiento al lado de Jugyeong y Sooa. Dejó que su bolso se deslizara por la manga de su blusa por un momento mientras ponía su teléfono en el escritorio y lo colocaba en el suelo. Ella no se iba a quedar ahí por supuesto, pero faltaba un poco de tiempo antes de que comenzara la clase.

ROMANCING, han seojunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora