𝐀𝐋𝐓𝐑𝐔𝐈𝐒𝐓𝐈𝐂 | 𝐬𝐭𝐞𝐯𝐞 𝐡𝐚𝐫𝐫𝐢𝐧𝐠𝐭𝐨𝐧

vi. six

Aquella semana, Amelia apenas fue capaz de levantarse de la cama. No había asistido al colegio justificando que estaba con reposo médico, cosa que era mentira. Era tanta la tristeza, dolor y culpa que cargaba sobre sí misma que la estaba consumiendo como un parásito, y el alcohol y los cigarros parecían ser su vía de escape de toda esa oscuridad.

Steve había ido a visitarla pero ella se había negado a abrir la puerta, diciendo que se debía a que era muy contagioso lo que tenía. No quería que la vea en ese aspecto tan deplorable. Parecía haber empeorado en una semana lo que venía cargando hace años.

Cuando llegó el día viernes, se armó de valor, tomó una de sus pastillas y fue rumbo al colegio. Debía ponerse al día para mantener lo poco que aún podía tener bajo control: sus notas.

Al llegar, se encontró con Robin, Dustin y Eddie hablando sobre los casilleros.

—¿Lia? ¡Lia!— la recibió un alegre Henderson.— Te extrañamos. ¿Cómo te sientes?

—Mucho mejor. Gracias, Dus.— acarició su cabeza con cuidado. Los tres notaron que su amiga no estaba bien en lo absoluto, pero decidieron darle un poco de espacio. Ella se abriría cuando se sintiera lista para hacerlo.

Entró al aula para encontrarse con Steve y Nancy besándose en el fondo de la misma. Bajó la mirada e intentó pensar en cualquier otra cosa menos eso.

Se sintió la persona más egoísta e insensible del mundo. ¿Cómo podía ser tan mala amiga para no alegrarse de que su amigo y amor de toda la vida al fin era feliz con quien él quería?

—¡Melia!— sintió la voz de su amigo y le saludó con la mano. Los dos chicos se acercaron hacia donde ella estaba.

—Steve me dijo que estabas enferma. ¿Te sientes mejor?

—La verdad es que sí. Fue una semana bastante mala, pero ya repunté. Gracias por preguntar.— respondió cordialmente la pelirroja.

La clase inició pero Blake fue incapaz de concentrarse. Su cabeza no paraba de dar vueltas, quería encerrarse en su cuarto y llorar hasta quedarse dormida.

Sus más oscuros demonios no paraban de atormentarla. Quería gritar y pedir ayuda, pero su voz parecía estar en silencio constantemente. No podía decirlo en voz alta porque hasta para ella era extraño y vergonzoso lo que sentía.

Cuando finalizó la clase, un chico se paró delante de la pizarra y gritó:

—¡Hoy fiesta en mi casa!

Todos empezaron a gritar de la emoción. Amelia no era gran fan de las fiestas, pero al ver que Steve y Nancy se ponían de acuerdo para ir, las ganas invadieron su cuerpo.

—¿Irás?

—Creo que sí. ¿Ustedes?— indagó la menor, aunque sabiendo la respuesta de ambos.

—A menos que haya un cambio de planes, sí. ¿Quieres que te llevemos?

Miró a Nancy. A ella no parecía molestarle en lo absoluto la presencia de la pelirroja, lo cual la hizo sentirse peor. Podría ser más fácil para Amelia superar a su amigo si su pareja se sintiera incómoda al estar los tres, pero la castaña parecía en verdad preocupada por la amiga de Steve.

"Soy la peor persona que existe. ¿Cómo podría alguien como Steve amarme siendo tan egoísta?".

—Oh, no se preocupen por mí. Iré por mi cuenta. Muchas gracias.— fingió una sonrisa.— Nos vemos allí.

—Como tu digas.— el castaño le regaló una sonrisa, una que hizo que el corazón ambas chicas bombeara sin parar.— Cualquier cosa, ve a buscarme.

La pareja se retiró del salón y al cabo de unos minutos la pelirroja hizo lo mismo. Se fue lo más rápido que pudo del colegio para que sus amigos no la encuentren ni pregunten cómo está. Estaba devastada. En parte sabía que era por su amor no correspondido, pero también porque la culpa de ser incapaz de ponerse completamente feliz por el noviazgo de su amigo la estaba carcomiendo por dentro.

Le hacía feliz que el chico pueda estar con la chica que ama, pero no iba a negar que una parte de ella deseaba que él lo fuese a su lado. Y es por eso mismo que se sentía la peor amiga del mundo.

A Amelia siempre se le había dificultado transmitir sus sentimientos. No era muy cariñosa ni extrovertida, más bien era todo lo contrario. Sólo era capaz de mostrar parte de sus emociones con sus amigos más cercanos, pero luego de lo que ocurrió hace tres años se le hizo extremadamente difícil volver a ser la misma a su alrededor.

Para ella, con Steve había sido más que obvia respecto a lo que sentía. Siempre que hablaba le prestaba atención, lo apoyaba en todo lo que le ocurría, lo reconfortaba en sus peores momentos, pero parece que no fue así y él nunca se dio cuenta de ellos.

Al llegar a su casa, lloró desconsoladamente. Era impresionante incluso para ella lo mucho que podía llorar y desarmarse en cuestión de segundos. Sus sentimientos eran muy cambiantes, lo cual empeoraba el escenario.

Las horas habían pasado pero su corazón seguía igual. Se había hecho añicos, en pequeños pedazos de polvo que con un soplo podían esfumarse. Quería llorar y hacer que este deje de sufrir, pero lo que Amelia no comprendía era que era imposible que en cuestión de horas logre soltar todo lo que había sufrido a lo largo de los años.

Miró el reloj. La fiesta debía ya estar por comenzar. No quería ir, pero recordó que Steve y Nancy estarían allí. Reunió coraje para levantarse de la cama, arreglarse y salir hacia la casa de su compañero de clase.

Antes de hacerlo, observó la cómoda. Allí yacía su frasco con pastillas, aquellas que tanto creía que estaban ayudándole.

Decidió, sin pensarlo mucho, tomar una para no agobiarse ni sentirse mal en el transcurso de la fiesta, aunque luego prefirió tomar dos más.

Tomó las llaves de su casa y salió con paso ligero, sin saber que esperarse realmente en la fiesta.

(...)

se acerca el final de esta historiaaa🥳😔. la verdad es que me está encantando escribir este fic, especialmente porque estoy reflejando parte de mis propios sentimientos en ella, así que muchísimas gracias a quien sea que esté leyendo esto <33

lo único que quería preguntar es si para el final prefieren un final siguiendo la línea de la historia o que también haya un pasaje de tiempo al futuro. el final ya lo tengo pensado y será igual en cualquiera de los dos casos, lo que cambiaría es agregar la situación a futuro o no.

¡gracias otra vez!😚