Un viaje en DxD

19. Iglesias y cuervos

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Como podría explicarlo de una manera sencilla.

Falte a clases. Nada grave la verdad, sin embargo, vislumbre a Issei deprimido por la mañana que me lo encontré caminando hacia la academia. Le dije que le comunicara al maestro que me sentía mal.

Sona me regaño, pero la ignoré y le dije que gracias por ayudarme a faltar a clases. Recuerdo como exclamo molesta que me daría tutorías por eso.

Dejando de lado he estado caminando por la ciudad porque hay algo que me llamo la atención, no, más bien hay una sensación que me dice que tengo que estar por aquí sí quiero resolver algo.

Podría llamarlo una premonición, sin embargo, a la vez no. Es como sentir que hay un enemigo acechándote, pero a la vez no sería así y es mi mente mandándome alertas.

Esto solo me pasaba cuando veía cartulinas en las manos de mis compañeros.

Cuando llegue a cierta zona desplegué un hechizo que alejaba a las personas o hacía que ignoraran mi presencia, también evitaba que el sonido escapara de más de cierta distancia de donde me encuentro.

"¡Huelo un demonio!"

Creo que lo acabo de encontrar.

Enfrente de mí se encontraba una persona con el cabello blanco corto y ojos rojos. Vestía una ropa clerical de color blanco en su bata, negro la camisa y los pantalones negros también. Lo más llamativo era la sonrisa inquietante en su rostro.

"¡He venido a purificar tu alma! Nah, solo voy a meterte una bala en tu cabeza, así que muere, ¿Fácil verdad?"

"No soy un demonio" respondí rápidamente antes de que me dispararan.

"¡Claro y yo soy un pez!" el hombre se burló "Ese panfleto en tu bolsillo es la prueba y el olor que emanas es desagradable, ¡Es suficiente para mí!"

Maldije por no guardar correctamente en panfleto que me dio Issei para invocarlo y jugar videojuegos con el "Estoy de infiltrado con los demonios" palmee mi bolsillo "Necesito información de ellos"

"¡Me miraste mal! ¡Me dan ganas de matarte!"

Mierda, ¿Qué le pasa a este tipo? Vamos, sé que él está loco, pero que tanto lo estará para andar diciendo cosas así. La verdad tener un arma apuntándote trae nostalgia, aunque nunca me haya pasado a mí.

"Eras parte del grupo de los ángeles caídos de la Iglesia, ¿No es así?"

"¡Huh! ¡Mira que perceptivo eres!" el sacerdote ladeo la cabeza manteniendo su sonrisa "¿Y que si lo soy? ¡Morirás de todas formas, aunque podría divertirme un poco!"

"Diablos no, recapacita, loco de mierda" me transformé en ángel caído mostrando mi disgusto "Estoy infiltrado. Sígueme si no quieres que nos vean"

"¡Ohhh! ¡Lo siento ángel-sama!" el hombre de cabello blanco se disculpó dramáticamente "¡Este humilde siervo hirió al mensajero de Dios! ¡Que se vaya al diablo Dios!"

"Mira, vámonos de aquí" empecé a caminar seguido por el tipo "Por cierto, ¿Cuál es tu nombre? El mío es Dainsleif"

"¡Freed Sellzen!" Freed se presentó "¡Un exorcista callejero a su servicio ángel-sama!"