Un viaje en DxD

18. Trabajo que sale mal

Si hay errores no duden en marcarlos.

Disfruten el capítulo, compártanlo con sus amigos y voten si les gusto.

Gracias por leer.

xxxxx

Un día como cualquier otro. Despertar en mi hermosa cama abrazando una almohada, esta vez Akeno estaba con su madre y no invadió mi espacio, también estaba cubierto con mi cobija.

Tener un gato en mi cara me trae bastantes recuerdos. Yo era alérgico o mejor dicho me daban muchos estornudos el pelo de gato porque alergia no lo era. Lo sé porque nunca me enferme, por eso solo me daba un pequeño ataque de estornudos.

Tomando del cuello a Kuro la coloqué en mi costado en el colchón para así soltar un bostezo y frotarme los ojos del sueño. Si yo lo deseo podría quedarme dormido más de 10 horas, pero quiero acostumbrarme a despertarme como es debido.

Tengo clases y aparte mis obligaciones como mago independiente con dos contratos con las herederas o Reyes de Kuoh.

Yo solamente soy un simple mago... sí.

Me quité la cobija de encima de mí, noté a Kuro maullando y restregando su cuerpo por el colchón, ronroneando satisfecha. Ella es una glotona, disfruta mucho del alimento que le doy, pero también busca comer de lo que yo como.

Por supuesto que no le doy cosas que le hagan daño a un gato. Investigue esa parte porque se me había olvidado cuales comidas le hacían daño y me sentiría mal si un gato muere luego de que lo adoptara.

El collar que ella tiene es especial. Mi magia era especial o mejor dicho las cosas que hacía con esta lo eran. Gracias a las distintas formas de usar magia en las razas al combinarlas se creó una magia propia que es difícil o imposible de crear.

Hasta ahora no he conocido a nadie que pueda producir una magia similar a la mía. Los círculos mágicos se los mostré a Sona y ella estuvo intentando descifrarlos, pero se le fue imposible y lo dejo, no obstante, ella no se rindió y todavía continua.

Recogí mi celular y observé algunos mensajes. Sona y Akeno como siempre se despiertan muy temprano y hablan conmigo. Se siente bien recibir mensajes, recuerdo que mi celular apenas tenía conversaciones con otras personas.

Con Sona hablamos sobre varias cosas acerca de la magia y temas que no llamarían la atención a las personas y Akeno ... como su perversidad continua, ella llena de mensajes que transmitían varias cosas que ella deseaba recibir, un castigo para resumir.

No soy sádico y tampoco masoquista, pero Akeno si lo es por lo que tuve que acostumbrarme a escuchar ese tipo de cosas y más que Shuri quiere convertirme en un sádico. Los libros que ella me dio no son para nada difíciles de comprender.

Creo que aprendí varios nudos en personas gracias a Shuri, sin embargo, no he tenido oportunidad de probarlos. Si le mandó un mensaje a Akeno sobre probar algunos nudos, ella estará instantáneamente en la puerta de mi casa.

Levantándome de la cama me estiro, me coloco un pantalón y una camisa para ir al día. Me pongo mis pantuflas y bajo a prepararme algo de comer para comenzar el día, no quiero llegar tarde y que Sona me dé una reprimenda por irresponsable.

Como siempre, lo que más se acomoda a mí es un omelette con un jugo mañanero. Es fácil de hacer y no toma mucho tiempo.

"Nya~"

Kuro camino entre mis piernas maullando. Una sonrisa creció en mi rostro y le coloqué comida en su plato mientras le daba algunas palmadas en la cabeza para hacerla sentir a gusto en casa.