Un viaje en DxD

33. Lucha inevitable

Si hay errores no duden en marcarlos.

Disfruten el capítulo, compártanlo con sus amigos y voten si les gusto.

Gracias por leer.

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Vale verga con el capítulo, ando emputado, ya luego se me pasara y seguiré escribiendo como siempre. Muchos personajes y eso que evite meter algunos solo para que la pelea no se vea amontonada, chinga de madre. Me tardé porque no podía meter bien a Gabriel y tuve que alargar hasta el clímax.

Así que sí, si no aparece Gabriel, si aparece hasta muy tarde, espero que no se molesten. Prometo que tiene un poco sentido lo que hago.

Todo porque hay muchas cosas que meter. No podía ignorar a Yomiel que lo cree a lo wey y ponerlo de lado, tampoco a Griselda. Errores que debo de llevar conmigo. Cierto, metí a Yomiel por Raynare así que sí, meh, ya no fue a lo wey.

Dos putos días, incluida la madrugada, no incluí el tiempo que tarde escribiendo el capítulo, para corregir los errores de palabras bien escritas y los errores gramaticales solo para que al final pueda que siga habiendo errores y ustedes los encuentre y me los señalen, algo que les agradezco mucho por cierto.

Lean y perdónenme por la tardanza, pero ya entre a la universidad y pues saben que todo se ocupa.

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La situación se había salido de control ante un enemigo formidable que estaba por encima de todo lo que ellos se habían enfrentado.

La Nobleza de Sona se encargó de crear una gran barrera que rodeara todo el terreno, y un poco más allá, de la zona de la Academia Kuoh porque Kokabiel tenía intención de destruirla.

Como los Demonios habían declarado hace tiempo, intentaron comunicarse con los exorcistas y los Ángeles Caídos que llegaron a Kuoh, sin embargo, no dio resultados.

Griselda tuvo que cuidar a Irina hasta que ella se curara y esté segura de que ella esté bien para ir cuando pueda. Por el lado de los Ángeles Caídos fueron atacados por seguidores de Kokabiel por lo que estaban ocupados.

Por lo que los Demonios estaban solos en estos momentos hasta que el apoyo regresara. Aunque la localización de Kiba era desconocida y Griselda tampoco pudo decir algo sobre Xenovia.

Con Akeno y Sona se preguntaban en qué momento aparecería Gabriel, sin embargo, no lo dijeron en voz alta y solo tienen ese pensamiento en mente.

Gabriel sabía que debía de intervenir, ya que Jibril fue visto por muchos y ahora tenía que actuar. De igual forma, él no se quedaría quieto si alguien quiere destruir el lugar donde vive.

Fuera de ellas dos, nadie pensó en si él vendría, porque Gabriel ha dejado muy en claro desde un principio que él no se mete en los asuntos de los Demonios siempre y cuando tuvieran política o parte de esta.

Como tal, con la Nobleza de Sona, Gabriel no se lleva con muchos de ellos aparte de Tsubaki y la Nobleza de Rias es diferente.

Ellos saben de cómo actúa Gabriel y Rias lo dejo de lado, en parte por su orgullo y otra porque ella sabe que Gabriel la reprochará por no avisarle a los Satanás, porque este es un problema grande para que Rias intente controlarlo por su cuenta.

En pocas palabras, Gabriel no asistía en parte porque no era su asunto y si lo hacía era porque no quería dejar a sus amantes en peligro y porque tena que asistir como Jibril.