Un viaje en DxD

2. Realidad

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Akeno no sabía qué decir.

La Sacerdotisa del Trueno estaba sobrevolando la ciudad en busca de algo sobrenatural, pero lastimosamente no encontró nada.

Ni siquiera las iglesias que había en la ciudad mostraban un peligro para ella, por supuesto que acercarse y tomar algún artículo relacionado con Dios la lastimaría, pero ella no era tonta para hacer eso.

Mantuvo la distancia y se mantuvo oculta de cualquier cosa.

Cuando ella intentaba teletransportarse al inframundo, algo que podría considerarse incorrecto, ya que tenía que tomar los caminos habituales para los demonios, no podía hacerlo.

Akeno se sorprendió e intento varias veces sin éxito alguno.

Si lo que le dijo el chico es verdad entonces ella se encuentra en México. Una cultura muy diferente a su habitual día en Japón.

Gracias a 'Language' ella podía leer todas las palabras que había en carteles y edificios. Lo que más encontró fueron puestos de comida abiertos a mitad de la noche con muchas personas acudiendo a ellos.

Ella lo entendió.

No estaba en su mundo habitual.

Su conexión con Rias aún estaba ahí, pero no podía ser utilizada y se podría decir que estaba varada en este lugar.

La única conexión con su mundo era el círculo mágico en la palma del chico el cual Akeno conoció recientemente.

Decirse que su presentación fue abrumada sería tonto. Gabriel, el cual es el nombre del chico, nunca la vio como lo hacían los demás.

Cuando Akeno hacia algún contrato las personas se mostraban sorprendida o con miedo, otras se reían lascivamente o apreciaban su belleza.

Pero él no lo hizo.

Solo la vio como una molesta, como si solo fuera una persona más en su vida. Hablo con ella y luego de eso le decía que se fuera y lo dejara solo como si no quisiera saber algo de los demás.

Siempre se mostró hostil, pero de igual manera hablo con respeto, fue una experiencia para Akeno.

Cuando él inspección el cuerpo completo de Akeno ella quiso burlarse como lo hacía con los demás alumnos de la escuela, pero eso no funciono, más bien Gabriel la miro con disgusto por su acción haciendo sentir a Akeno un sentimiento extraño.

Ahí demostró que este lugar no era nada parecido de donde ella venía.

Ella intentó hipnotizarlo para que le dijera donde estaba, pero el hechizo fallo y ahí Akeno entendió que él no era una persona normal.

Cuando Gabriel la miro disgustado Akeno pensó en las personas que la querían muerta y eso hizo que cambiara sus acciones.

Akeno prefirió mantenerse amable, pero en guardia, Gabriel quería que ella se fuera o le dijera que quería así que ella se presentó y ahí entendió que algo no andaba bien.

Hasta que ella mostró sus alas de demonio el chico se calmó y dejo su arma en la pared, aunque era un simple palo ella entendió que él pelearía hasta el final, Akeno disfrutaría de hacerlo sentir dolor, pero de igual manera él no era un enemigo para hacer eso así que dejo de lado ese pensamiento.