Un viaje en DxD

27. Declaraciones

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Cuando Gabriel se enfermaba normalmente se quedaba en cama, eso solo era si Gabriel estaba muy enfermo, algo grave para resumir. Si la enfermedad es leve, entonces Gabriel puede seguir con su día como siempre, pero seguirá enfermo.

Enfermarse cuando estaba solo equivalía para Gabriel estar débil en cuanto a realizar sus actividades, no obstante, incluso si su cuerpo pedía descanso, Gabriel seguía y con eso se acostumbró al dolor de la enfermedad.

Despertar y tener que ser cuidado como un niño pequeño no era algo que le agradará a Gabriel, sin embargo, quien lo cuidaba, no permitirá ese tipo de discusiones y estaba pegada a él en todo momento.

Akeno aprovecho la situación de Gabriel y se encargó de él, por supuesto que ella le pido permiso a Rias para no trabajar y cuidar de Gabriel. Rias acepto ya que no veía nada malo y el trabajo de demonio iba bien.

Como era Gabriel quien hacía las tareas del hogar, porque era su cada duh, Akeno tuvo que tomar ese puesto. Lo bueno que solo fueron tres días en los que Gabriel estaba débil y ya era el tercer día.

En esos tres días Koneko también vino por la mañana a darle su dosis curación con Senjutsu a Gabriel. Como 'pago' por ayudar, Koneko quería palmada en la cabeza y Gabriel se las dio.

Había que remarcar que Gabriel no había dejado su transformación, por lo que él seguía siendo un Nekomata. Un Nekoshou era un Nekomata, una versión más fuerte, pero sigue siendo un Nekomata.

Durante los tres días, el tercero no hubo clases por ser fin de semana, Gabriel descanso como lo haría un gato, en forma humana pero mitad gato. Sona se encargó de presentar una coartada en la Academia Kuoh para Gabriel.

Mencionando a Sona, ella también había ido a ver a Gabriel el segundo día cuando Akeno le contó sobre lo que sucedió. En este momento Gabriel estaba recibiendo una almohada de regado, sin embargo, él aprovechó más eso.

"Cómodo..."

Las orejas de Gabriel fueron acariciadas con suavidad "Ahí, ahí. Descansa lo suficiente"

Sona hizo una sonrisa de suficiencia. Ella normalmente entablaba una conversación con Gabriel cuando él estaba muy tranquilo, pero ella nunca lo vio en una posición tan mansa y eso le gusto a ella.

Como alguien que normalmente tenía el control de la situación, Sona siempre estaba al pendiente de todo lo que sucedía a su alrededor, no obstante Gabriel a veces la hacía salir de su zona de confort y Sona no sabía cómo reaccionar.

"Fue grosero de tu parte, no avisarme que estabas herido" Sona sermoneo a Gabriel "El primer día faltaste a clases, te pregunte y dijiste que estaba ocupado con algo sobrenatural por lo que lo deje pasar"

"No... era mejor para mí guardar silencio" Gabriel murmuró recordado que Ajuka le ordeno no decir sobre el incidente y había que decir otra cosa. Gabriel se acurrucó aún más con Sona.

En vez de una almohada de regazo, Gabriel estaba con su cabeza enterrada en las piernas de Sona y la estaba abrazando como un gato. Sus dos colas ondeaban sin parar. Él rodeó la cintura de Sona con sus brazos.

"¿Aún no puedes decirme que sucedió?"

"No puedo hacerlo" Gabriel siguió con lo mismo "Me ordenaron no revelar que paso"