Lean la nota al final, pls.
*Samuel P.O.V.*
Luzu, Lana, Willy, Frank y yo nos encontrábamos en el living, las demás chicas haciendo quién sabe qué en qué parte de la casa, no lo estoy malpensando ni nada parecido, pero quisiera saber qué hace la gente que viene a mi casa y en cierto momento no la veo cerca. Esperábamos la llegada de ______ para despedirnos de ella y luego la acompañaríamos Guillermo, Montserrat y yo al aereopuerto.
Podía oír a mis colegas presentes hablar, más no tenía la más mínima idea de qué decían. Mi mirada estaba perdida en algún punto de la ventana a un lado de la puerta. La susodicha nada que llegaba, y el puño con el que sostenía mi cabeza en el reposa brazos del mueble ya estaba marcando mi cara.
Cansado ya de esperar, decidí llamar a ______. Salté del sofá, tomé el celular de mi bolsillo trasero del pantalón y le marqué.
-¿Hola? —Contestó luego de un instante. Los presentes me miraban. Había mucho ruído donde fuera que estuviese esta chica.
-¿¡Qué haces, _____!? ¿Dónde estás? ¿Qué pasa con el vuelo y la reunión en mi casa? —Contesté un poco demasiado alterado. No logré escuchar nada entendible después, solo el ruido al otro lado. Colgó la llamada.
Separé el celular de mi oído un poco, miré a los presentes, y a las chicas que faltaban, que en algún momento ya estaban en el living sin que me diese cuenta cuando llegaron. Miraban expectantes. Tragué saliva dificultuosamente, me dirigí hacia la puerta, el camino se hacía largo y cada vez aumentaba la velocidad con la que caminaba hasta al punto de estar corriendo hacia la puerta. Salí de la casa, ni sabía con seguridad dónde estaba _____, pero tenía una idea, y no iba a dejar que ella se fuese así, no de esta manera.
*______ P.O.V.*
Cuando terminé la llamada, sentí una lágrima rodar por mi mejilla, luego dos, y no dejé que cayera una tercera cuando ya me encontraba limpiando mi cara con la manga del suéter que traía. Seguí caminando por el pasillo del aereopuerto, arrastrando mi maleta, sentía varias miradas sobre mí por el tema de que estaba llorando, pero lo ignoré y bajé un poco la cabeza.
¿En qué estaba pensando? ¿En serio quería irme sin despedirme de nadie? Sí, eso quería. No quería hacerlos sentir mal, o empeorar la situación, ya que estaba bastante deprimida. Pero ahora que estaba apunto de irme sin decir 'adiós', me arrepentía de no haberme reunido con ellos por última vez. Es increíble como ciertas personas se vuelven tan importantes para tí en una semana, cuando tardas un mes en adaptarte a otras. En verdad, los quería mucho a todos, los extrañaría demasiado, y mi idea de "un acto maduro e inteligente" era, prácticamente, huír de allí sin que alquien se diera cuenta de que ya no estaba.
Seguía con mi mirada en el suelo, pero sentí como alguien se plantaba justo en medio de mi camino. Y como soy testaruda y no estaba, en absoluto, de buen humor, en menos de una fracción de segundo fruncí el ceño con ganas de gritarle "cosas" a el o la idiota frente a mí, y puedo asegurar que en la definición de cosas bonitas no entra el que le digas a alguien hasta la forma en que se va a morir.
Alcé la vista y me encontré con un muy dominante y malhumorado Samuel con los brazos cruzados. Me hacía recordar cuando llegaba a casa el día de entrega de las calificaciones y me recibían mi papá o mamá. Justo así.
Puse mi mejor cara de sorpresa, se podría decir que casi se me caía la mandíbula al suelo. Cerré la boca e intenté huír de ahí lo más pronto posible pasando por un lado de Samuel, pero éste no me dejó. Me tomó fuerte de la muñeca y me haló regresándome por dónde había venido.
-¿Qué haces aquí? ¡Suéltame, no puedo perder el vuelo! —Levanté un poco la voz, no tanto como para llamar la atención, claro está. Su agarre era fuerte, y empezaba a dolerme la muñeca.
-¿Qué haces TÚ aquí? ¡Teníamos pendiente una última reunión en mi casa como despedida! Todos estábamos presentes y solo faltaba la anfitriona. -Dijo aún muy serio. En serio, el que Samuel se dirija a mí de esa forma....nunca me acostumbraría, y estoy más que segura que nunca me llegaría a gustar. Su tono de voz me hacía sentir más presionada de lo que ya creía que estaba.
Subimos a la camioneta que Luzu le había prestado, yo en la parte del copiloto, cruzada de brazos y las maletas en la parte de atrás. Al principio fue muy silencioso.
—¿En qué pensabas? —Dijo Samuel notándose su tono serio.
Pensé por un momento la respuesta —En mí, en tí y los demás. —Hice una pausa. —Las despedidas son peores.
—Peor es el remordimiento de haber desaprovechado la oportunidad de disfrutar hasta la despedida. —Quedamos de nuevo en silencio.
—Bien, tienes razón. Ahora, ¿cómo volveré a mi casa? —Lo miré, me miró de reojo.
—Conseguirás otro vuelo, ¿es muy difícil?
—Mis padres pagaron dificultuosamente este viaje, y tú me has hecho desperdiciar mi pasaje de regreso. —Se quedó por un momento en silencio.
—Te compraré los boletos del avión.
Abrí los ojos como platos y asentí. Este chico está loco... bueno, hace mucho que lo sé, pero no pensaba que fuera tan grave. Pero, ahora que lo pienso, muchos otros admiradores y fans han logrado conocer a sus ídolos, en cambio yo... yo le dí un beso, estuve en su habitación, entre otros... ¿tengo derecho a quejarme de algo? Sin duda me considero la chica de 19 años más afortunada del mundo, nada ni nadie puede cambiar ese pensamiento. Amo a los youtubers con todas las fuerzas de mi amígdala cerebral, pero algo en Samuel, desde la primera vez en que oí su voz, pronunciando la intro de sus videos, me movió el suelo, además de haberme salvado varias veces. Estoy tan agradecida... con él, con la vida, con el destino, con mis padres, ya que financiaron, básicamente, el viaje que cambiaría mi vida. Ahora, ¿qué me ha hecho un caso especial de la fangirl que conoció a su ídolo?
Le formulé mi pregunta al chico de perfectos ojos cafés que conducía. Mientras pensaba su respuesta, noté que no íbamos camino a su casa, si no al hotel donde estuve hospedándome.
—Déjame contarte la versión larga; cuando te conocí, para Willy fuiste una fangirl desesperada, loca, y acosadora un poco también. Para mí, una chica que estaba cumpliendo su sueño, mi plan era sólo pasar un rato con esa loca fangirl y que luego se fuese, pero descubrí algo en tí que me llamó la atención, luego quise conocerte profundamente, y en algún momento de mi locura me dí cuenta que me había enamorado de tí. —Aparcó el coche frente al hotel. —Por eso, _____, bajemos aquí, pidamos una habitación y desempaquemos tus cosas. Luego le avisarás a tus padres que estás bien y que el chico más simpático del universo financiará tu vuelta a casa.
Ambos sonreímos. Rebosaba en mí la felicidad. Intercambiamos miradas por un momento y se juntaron nuestros labios en un tierno y cariñoso beso, lleno de sentimientos mutuos.
—Te amo, Samuel. —Dije con lágrimas en mis ojos para unirnos de nuevo en un beso más apasionado.
—Te amo mucho más, ______— Respondió, ambos sonreíamos. No podría estar más feliz, posiblemente nunca lo había estado tanto.
WELL, WELL, WELL... Ahre, no hubo especial Navidad xD *Sos una loquis* >u< En verdad, DISCULPEN todo el tiempo que estuve sin subir cap. Es que ando explotada con las clases y el poco tiempo que tengo libre no me da la cabeza. ;-; Bueno, por esta razón, acortaré algunas partes que tenía pensadas para el fic (por ejemplo: la parte de terror, y donde salía la hermana marvada) para no tardar tanto en terminar el pinchi fic. Asi que sin más, gracias por el apoyo, que aunque es poquito me conformo. :'^3 Estrellitas o comentarios se agradecen, bai, amores. <3
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Break The Distance (Samuel De Luque Y Tú)
FanfikceToda fangirl quiere conocer a su ídolo, romper la distancia. _______ González lo ha logrado. Consiguió ver físicamente a la persona que alegró sus días más amargos a través de una pantalla, Samuel de Luque; y durante su estancia en L.A., su ídolo ta...