Capítulo 4 ~ ¿Qué leches pasa? ~

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Me detuve en seco y me quedé unos segundos paralizada, Venezuela es un país muy inseguro, uno va por la calle asustado y se me quedó la costumbre. Se dejaron de escuchar esos pasos y volteé a ver quién estaba allí, pero no había nadie. ‘Seguro Vege me está intentando gastar una broma’ pensé. Continué caminando dándole a entender que no me iba a interesar en sus jueguitos, o eso creía haber hecho.

Se volvieron a escuchar esos pasos apresurados detrás de mí, de nuevo paré de caminar y me devolví a observar bien quién estuviera por ahí tomándome el pelo. Los pasos se detuvieron. Yo estaba a mitad de la calle y miré hacia un lado, a un mini-callejón que había por allí, y vi una sombra asomarse, pero no era una sombra de un humano, ni de cualquier ser vivo que yo reconociera fácilmente. La sombra se escondió y al instante empezó a correr mucha brisa, recuperé el equilibrio, ya que el viento era muy fuerte. Sabía que así no podría llegar a casa e intenté correr hasta la de Samuel, tendría que quedarme allí por lo menos hasta que se calmara un poco el clima.

Entre el susto y el viento que no me dejaba casi moverme, iba muy despacio para como me hubiese gustado ir. En unos minutos logré llegar a la casa de Samu, estaba temblando y con dificultad golpeé la puerta. Nadie salía y decidí asomarme en la ventana, pude observar a Guillermo viendo TV en la sala. Golpeé la ventana con cuidado, él volteó, al ver mi cara se sorprendió y salió rápidamente por la puerta.

-¿____, qué haces aquí? ¿Estás bien? –Preguntó preocupado. No pude responder, tenía mucho frío, cosa que él notó al ver como temblaba. –Pasa, rápido. –Me guió hasta la sala.

Ya dentro estaba a una temperatura normal, pero el recordar lo que había visto allá fuera me provocaba pequeños escalofríos. Willy me ofreció un chocolate caliente, que yo acepté. Nos sentamos a ver TV mientras pasaba la ventisca cuando una sensual voz irrumpió en la sala.

-Willy, mañana te toca a ti subir AM3. –Dijo Samuel saliendo de su habitación y  caminando a la cocina. Al parecer no se había percatado de mi presencia.

-Vale.

Chaval, tengo que hablar contigo algo serio. –Salió de la cocina mirando un helado de vasito que había sacado del refri, y subió la mirada. -¿Qué haces aquí? –Dijo con el ceño fruncido.

-Wow, gracias por la bienvenida. –Dije un poco decepcionada, no me gusta que me traten así.

-Vegetta, tío, no seas tan indiferente. ____ iba cerca cuando empezó a correr mucha brisa, no se podría ir sola, así, hasta su casa. –Samu se acercó al sofá y se sentó en el espacio que había entre Willy y yo, me sentí un poco incómoda, así que me corrí un poco.

-Entonces, ____, ¿te quedarás aquí a dormir hoy?

-¿Eh? No, no. Yo… yo sólo estaré aquí hasta que se calme un poco el viento. –Respondí.

-Pero si eso no pasa hoy…

-Pero si eso no pasa hoy pediré un taxi. –Le corté, él, al parecer, o quería que yo me quedara esa noche.

-Tranquila, fiera. Yo no tengo problema con que te quedes aquí. –Se rió.

Me levanté del sofá y me asomé a la ventana a ver si ya había pasado la ventisca. Y aún no, no había pasado. Pero sentí como un frío recorrió toda mi columna, y a alguien detrás de mí. Volteé rápidamente, no había nadie, pero hubo un bajón de luz. Miré las lámparas en el techo que se encendían y apagaban, salí corriendo, buscando a tientas a los chicos antes que se apagaran todas las luces. Y al primero que logré conseguir fue al mismísimo Samuel.

Me topé con su espalda, y enseguida me abracé a él sintiendo sus músculos… Dios mío. DAME CALOOOH.

Ola k ase? Kiere ser rayis o k ase? :’) Ah ah. Espero que les esté gustando, porque esto apenas comienza. B) Se os quiere. Z4 z4

Break The Distance (Samuel De Luque Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora