Era una tarde como cualquier otra, las aves cantan, los perros ladran, las vecinas les gritan sus hijos para que vallan a comprar la comida, lo normal.
Eso que quería decir, porque ahí estaba él, su vecino fastidioso, plantado al frente de la puerta esperando que lo deje pasar.
-de verdad pensé que se iba a aburrir de mi historia y no volvería pero e lo aquí, de nuevo, ¿tan interesante es mi vida?- fue lo único que pensó el pobre hombre.
-Buenos días señor Hanagaki, perdón por llegar algo tarde es que la escuela me tuvo algo atareado-
-yo lo que quería era que no volvieras maldito mocoso- pensó el azabache- Pasa, mientras mas rápido termine mas rápido dejaras de venir a mi casa- y con eso se quita de la puerta para que el niño entre
-Gracias- y como pedro por su casa entro, se quito los zapatos, siguió de largo hasta la sala, y se sentó en el sofá.
-Bien, ¿donde me quede?- murmuro el azabache mientras se sentaba en el sofá al frente del chico.
-Antes de que empiece le quiero hacer una pregunta-
-¿Que?-
-¿De quien es esa chaqueta?-
Y hay es cuando el azabache recuerda que tiene la chaqueta de su esposo puesta.
-Ah, esta chaqueta era de mi esposo- dijo esto con una pequeña sonrisa en sus labios.
-¿Su esposo fue general de las fuerzas armadas?- Dechi ciertamente no podía caber de la emoción, esto se iba a poner interesante.
-Si, y fue el mejor en lo que hacia- pronuncio esto mientras veía la chaqueta, dicha chaqueta tenía un estampado militar, con un montón de estrellas, y un broche que decía:
"General Sano Manjiro"
-Wow-
-Eso no importa ahora, dime donde me queda para que te puedas largar de una vez-
-Ah, si, eh, en la parte cuando lo ve bajar del tren-
-Claro- dicho eso se sonrojo un poco y siguió contando
Yo era un niño en ese entonces, y como cualquier niño, cuando ve algo nuevo se asombra, pero yo me pasa un poco de curioso, porque me lo quede viendo, solo a él por un buen rato, sin percatarme que su hermana me estaba viendo a mi.
Hay estaba él un niño curioso de once años de edad, cabello rubio, porque le entro la curiosidad de saber como se vería de rubio, y a pesar de que su mamá le dio tremenda paliza, no se arrepentía de nada porque según él se veía increíble, unos hermosos ojos azules y una tes blanca, excepto la cara porque la tenía muy roja, después de oir el comentario que soltó la niña.
-Manjiro, ese chico te esta viendo- dijo una niña de unos once años con unos largos cabellos rubios.
-¿Quien?- fue lo único que respondió su hermano
-Él- después decir eso señalo al niño que estaba al otro lado de la calle
-Emma es malo señalar- le dijo su hermano mayor a la niña, un chico de unos quince años albino.
-Perdón Iza-ni-
Mientras ellos hablaban el pequeño takemichi quería que la tierra se lo tragase vivo, porque ese chico que se quedo viendo ahora lo estaba viendo a él, y el solo quería hechar a correr.
Con todas las fuerzas del mundo, recordo lo que una vez le dijo su padre.
"Se hombre y enfrenta tus temores"
Dicha frase se la dijo mientras se escondía porque su esposa, osea su madre, lo estaba buscando para reventarle la escoba en la cabeza por haber perdido su peine favorito.
Y como todo hombre que es él, alzo la mano lo saludo e hizo la cosa mas penosa que pudo haber hecho en toda su vida.
-ERES MUY GUAPO- fue lo que grito con la cara mas roja que un tomate y salio corriendo como alma que lleva al diablo, hizo lo que un macho debía de hacer.
Mientras takemichi se alejaba, los hermanos del niño que por nombre lleva manjiro, se quedaron viendo con los ojos muy abiertos hacia el frente.
-Parece que tienes un admirador, mikey- esto fue dicho por el mayor de todos, un chico de diecinueve años, de cabello y ojos color carbón y una tes muy blanca.
-Callate- fue lo único que dijo mikey antes de agarrar sus maletas y emprender camino a la casa de su abuelo.
-
Espere un momento-
-¿que?-
- De verdad grito eso- dijo Dechi intentando aguantar la risa.
-Si, era un mocoso a fin de cuentas- dijo esto mientras se rascaba la nuca, y tenía la cara muy roja por la vergüenza.
Después de decir eso Dechi no aguantó mas y se hecho a reir a carcajadas hasta mas no poder.
-Ya callate niño y ya vete que es muy tarde- y mentira no era, ya eran las siete y media, y el tenía sueño.
-ok, pero volveré mañana, de acuerdo-
-Si, si, pero ya vete- decía esto mientras arrastraba al niño hasta la puerta del departamento.
-Bien me voy, hasta mañana-
Mientras el niño se va, takemichi se queda en la puerta esperando que pase a su departamento y cuando ve que ya no esta, vuelve a entrar y se dirige hacia su cuarto.
Antes de tirarse en la cama para dormir, se asomo por la ventana, y le lanzo un beso al cielo, dicho beso fue dirigido hacia su esposo, el cual, aunque él no lo sepa, lo recibió muy feliz y le lanzo uno igual.
Y aunque takemichi no lo sepa, la ventisca que le paso por la cara, fue ese hermoso beso, lanzado desde lo mas alto del cielo.
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Su historia de Vida
Fanfiction¿Su vida?, fue la mas hermosa de todo el mundo, y no lo cambiaría por nada, pero el hecho de contarsela al engendro que tiene por vecino le da malestar, porque no sabe como pueda reaccionar, porque a pesar de todo, a pesar de que su vida no la cambi...