Cap 7 - Un dia de locos

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Era aproximadamente las cuatro de la mañana cuando Takemichi se despertó por culpa de los gritos de la vecina, mejor dicho, de la mamá de Dechi, por lo poco que pudo escuchar el niño se arto de que su madre metiera muchos hombres a su departamento, a un sabiendo que el tambien vive ahí, y desde la tres y media están peleando por lo mismo, a pesar de que ya son las siete de la mañana.

Pero de un momento a otro los gritos cesaron y escucho la puerta de al lado cerrarse con mucha fuerza, y de la nada la puerta de su departamento estaba siendo tocada.

-No me digas que ahora quieres venir a pelear conmigo- fue lo que se dijo takemichi en voz baja.

-Señor Sano, ¿me deja pasar?-

Por un momento eso le sorprendió, y es que ¿en que momento le dijo él su apellido de casado?, pero luego recordo que ese niño se la vivía revisando su departamento, asique pensó que quizás vio ese apellido en alguno de sus cuadernos.

Sin mucho pesar camino hasta la puerta y abrió, encontrándose con una escena que le recordó a sus épocas de niñez, y es que en el umbral de la puerta se encontraba un chico de dieciséis años llorando, cosa que muy dentro de su ser le dolió.

-Pasa- Le dijo mientras le agarraba el hombro y lo guiaba hasta el sofá de la sala, cuando lo dejo ahí fue hasta la cosina y le trajo una taza de café que el chico agarró con gusto- Entonces... ¿Que paso?- Si, quizás esa no fue la mejor pregunta porque, obviamente, él escucho todo, pero en estos momentos y para este tipo de situaciones una persona solo quiere que alguien mas la escuche.

- Es que... Ese también es mi departamento, y yo trabajo también para pagarlo, antes no me importaba que trajera hombres a la casa pero de la nada dice que se va a casar con uno de ellos, ¡¿Es una broma?!, ¡lo conoció hace una semana!-

De acuerdo, todo iba bien hasta que se dio cuenta que el tenía un ataque de ansiedad, estaba hiperventilando, parecía ido, y estaba apretando tan fuerte los puños que ya estaba viendo la sangre y mientras el chico estaba en eso, takemichi no sabía que hacer, la última vez que vio esto fue hace casi once años por parte de su esposo y aun en ese momento, no supo que hizo, pero logro tranquilizarlo.

Hasta que recordó lo que le enseñó Emma.

Se paro y se arrodillo lo mejor que pudo delante de Dechi.

-Dechi mirame, respira, relajate- con eso empiezo a contar hasta diez mientras inhalaba y exhalaba junto con Dechi, y mientras lo hacia le fue abriendo los puños de apoco para que dejara de lastimarse, cuando vio que ya se estaba relajando, se tranquilizo y le sonrió - Eso, buen trabajo, ahora esperame aqui un segundo, cuenta hasta diez mientras voy a buscar unas cosas ¿si?- Cuando vio que Dechi le asintió se paro rápido y fue a buscar lo necesario para curarle las heridas de las manos.

Fue al baño agarro lo que necesitaba y regreso con Dechi, quien aun seguia contando, se sentó a su lado y le agarro las manos, busco algo de algodón le hecho un poquito de alcohol y se lo paso por las heridas, dicho movimiento hizo que Dechi contrajera las manos por el dolor.

-Quedate quieto-

-Pero duele-

-Mas va a doler mi puño en tu cara si no dejas la mano quieta- Le advirtió takemichi al joven.

Después de limpiarle las heridas y ponerle unas vendas, agarro la taza de café y la llevo a la cocina, cundo regreso Dechi estaba viendo directo a la pared, él se puso a pensar en que hacer para que él chico olvidara la situación un momento, hasta que recordo algo.

-Sabes, esto es como un déjà vu-

-¿Porque?-

-Esto mismo me paso con Manjiro cunado solo tenía doce y él trece-

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