¿Su vida?, fue la mas hermosa de todo el mundo, y no lo cambiaría por nada, pero el hecho de contarsela al engendro que tiene por vecino le da malestar, porque no sabe como pueda reaccionar, porque a pesar de todo, a pesar de que su vida no la cambi...
Solo habías ido a la escuela y cuando volvió lo primero que vio fue a unas treinta personas al frente del edificio de departamentos con una ambulancia ahí. Lo había visto justo ayer, le había hablado junto ayer y ¿qué es lo primero que ve al llegar a casa? a ese hombre salir del edificio en una camilla con un montón de medicos a su alrededor y a Chifuyu llorando junto a dos hombres uno de cabellera larga y negra y otro de con el tambien largo y negro pero con mechas rubias, ese último a diferencia del primero tambien estaba llorando.
-¡Chifuyu ¿qué paso?!- Dijo mientras corría hacia donde estaba ese hombre fastidioso y cuando llego dicho hombre lo abrazo hasta mas no poder. - ¿Qué paso, a donde se lo llevan?-
-Se a ido-
-¿Qué...- Por primera vez en mucho tiempo unas lágrimas cayeron por sus mejillas, ¿esto tenía que ser una broma verdad?, el hombre que lo había cuidado y soportado por un buen tiempo ¿se había ido? -Esto tiene que ser una broma- El rubio que lo abrazaba no apretó mas entre sus brazos mientras negaba con la cabeza - ¿Ahora quien me contara cuentas?, ¿quién me felicitara cuando saque buena nota en un examen?, ¿QUIÉN ME DARÁ LA BIENVENIDA CADA QUE LLEGUE DE CLASES? EL NO SE A IDO- Y lloro, como un niño pequeño lloro, se aferro a Chifuyu hasta mas no poder, sentía que si lo soltaba se derrumbaría ahí mismo.
Ya no estaba, aquel que le enseñó que estaba bien y estaba mal.
Ya no estaba...
Se había ido...
Para siempre.
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Y ahí estaban, de nuevo, en un cementerio con casó cien personas despidiéndose del azabache y el solo se preguntaba ¿donde estuvieron esas cien personas todo este tiempo? ¿Y porque no lo visitaron ni una sola vez?.
Volteo a ver hacia un lugar serca de la tumba y vio a un hombre de unos veintinueve años llorando a todo pulmón en frente de esa tumba y a su lado había mujer pelicastaña, parecía extranjera, lo estaba abrazando muy fuerte como si tuviera miedo que se destruyera.
Se acerco a Chifuyu para preguntar le quienes eran. -¿Chifuyu, quienes son ellos?-
-Son Wang y su esposa-
Así que ese era el famoso Wang, a ciencia cierta parecía hijo de sangre de Takemichi y Manjiro. Se le acerco con cuidado con las flores que llevaba en la mano y se arrodillo junto a la captando la atención de los dos a su lado, como si no estuvieran desenvolvió las flores y las puso en el jarrón que ya estaba el la tumba y junto sus palmas en forma de petición. - Espero le gusten señor Hanagaki-
-¿Quién eres?- Hablo por fin el hombre a su lado.
-Soy Dechi, estuve cuidando y haciéndole compañía a este hombre mientras ninguno de ustedes les doy la dignidad de al menos asomar la cabeza por ese departamento- Lo dijo en voz alta para que todos en ese lugar lo escucharan y así fue, con toda la paz del mundo se paro y se alejo en silencio. - lo siento señor Hanagaki pero no me pude quedar callado- Dijo en su mente esperando que por un milagro el azabache lo escuchara y así fue.