Después de lo que paso en la noche anterior el azabache se durmió y a la mañana siguiente hizo todo lo posible para tener el mayor cuidado del mundo.
Se paro con cuidado y fue a la cocina a hacer la comida mientras sus "inquilinos" estaban dormidos pero apenas puso la sartén en la estufa Dechi ya estaba en el marco de la puerta.
-¿Qué hace?-
-La comida ¿no es obvio?-
-¿Lo puedo ayudar?-
-...Ponte a pelar las papas-
-Bien-
Mientras los dos hacían eso Chifuyu tambien se habían parado y paro no dejarlo haciendo nada takemichi lo puso a barrer el departamento, porque si iba a vivir aquí por un tiempo debía hacer algo por lo menos.
-Señor Hanagaki- Murmuro el chico en un volumen audible para el señor de la casa mientras le entregaba las papas ya peladas y cortadas.
-¿Si?-
-Ya me va a contar como todo se fue "a la mierda"-
No mas termino de hablar y ya Chifuyu estaba sentado en las sillas del comedor.
-Si compañero cuanta, yo también quiero chisme-
-...- Se quedo pensando un momento hasta que una pregunta le vino a la mente- Dechi, ¿Cuanto falta para tu competencia?-
-Dos semanas-
-¿Y cuanto llevas escrito?-
-Unas veintisiete páginas-
-Perfecto...- El ojiazul se quedo viendo el techo por un momento hasta que volvió a hablar.
Ese día, fue un día como cualquier otro, yo tenía diecisiete y el dieciocho. Como todos los años la armada daba el anuncio de que los hombre mayores de dieciocho debían alistarse y él no fue la excepción, pues era obligatorio, asique él tuvo que irse y me dejo aquí... Solo.
Ese día la guardía había dado él anunció por todas la calles de que los hombres ya mayores de edad debían alistarse obligatoriamente y si eras mujer tenías la opción de ir o no.
Ese día cierto ojiazul estaba en la cama de su novio después de haber tenido la mejor noche de todas pero fue despertado por el movimiento de la cama. Al abrir los ojos lo único que vio fue al rubio cenizo que tenía la intención de volverse a acostar.
-¿A dónde fuiste?- Pregunto un poco adormilado.
-Me llamaron a la puerta pero no importa, me preocuparé de eso mas tarde-
El ojiazul no era idiota, sabia quien lo habían llamado y hace rato habían escuchado el anunció y si se escucho tan cerca significa que estaban en esa calle.
-Dime la verdad Mikey-
-Tengo que alistarme pero no quiero dejar a el abuelo y a Emma solos, ni mucho menos a tí-
Takemichi al escuchar eso se paro con delicadeza y lo abrazo, poniendo sus brazos al rededor de su cuello.
- No te preocupes por mi, me se cuidar solo y si quieres yo puedo cuidar de Emma y del abuelo mientras tu no estas-
-Se que no eres débil pero no me agradaría que algún que no sea yo se te acerque- Dijo mientras correspondía el abrazo del rubio teñido.
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Su historia de Vida
Фанфик¿Su vida?, fue la mas hermosa de todo el mundo, y no lo cambiaría por nada, pero el hecho de contarsela al engendro que tiene por vecino le da malestar, porque no sabe como pueda reaccionar, porque a pesar de todo, a pesar de que su vida no la cambi...