Desde que la peliblanca fue enviada con Pam, Amber Lynn había estado con ella. Cada noche rezaba para que su mejor amiga despertara. Se sentía idiota por lo que hizo. Y culpable. Si, culpable. Técnicamente ella provocó que Colette saliera de la habitación y que el Primo la agarrase. Si, era su culpa. Pero también que Bibi y Max hayan dejado entrar a los dos luchadores era algo imprudente.
Muchas cosas pasaban por su mente en el momento en el que vio como Byron entraba al consultorio. Enojado. Furioso. Amber tragó saliva.
Y antes de que pudiera responder, él la había golpeado en la mejilla con el bastón. De no ser por Edgar, hubiera seguido.
No pidió explicaciones. Lo sabía todo. Siempre lo supo. Solo se acercó a su hija, y le besó la frente.
Byron: Cuida de ella.
Y sin más abandonó la habitación. Edgar lo siguió a los pocos segundos.
Pam: Buenas noticias: puedo inducir que despierte. Estará algo débil, pero consciente. Solo no trates de abrazarle. Pueden pasar cosas.
Tras inyectarle algo, lentamente la chica abrió los ojos. En ese momento, una tercera persona entraba a la habitación.
Pam: ¿En serio? ¿No quieres que la primera persona que ella vea sea su mejor amiga?
Colt: No mamá. Tengo algo que decirle.
La doctora obligó a Lynn a abandonar el consultorio. Y así, el pelirrojo se quedó solo con ella.
Colt: Te debe ser raro. ¿Por qué lo hice? Si debía ser mi mejor amiga, no el hijo del doctor. Lo sabrás pronto.
Lentamente se acercaba a la chica. Estaba sorprendida, pero también intrigada.
Colt: Tienes fama de mentirosa, ladrona y embustera. Si me tomara en serio mi trabajo ya estarías detrás de las rejas. Pero no. Tienes suerte de que sea bastante permisivo.
Sacó un lápiz y una libreta.
Colt: Otra característica de ti es tu habilidad para saber todo de alguien. Es impresionante. Y quisiera tu ayuda para ligar con Shelly.
Aunque le doliera moverse, Colette lo contó todo. Absolutamente todo. Gustos, hobbies, el tipo de prendas que usa, la cantidad de horas aproximada que se mantiene despierta en un día, el promedio de victorias en todos y cada uno de los modos que jugó, también de derrotas, su tipo de sangre, cédula de identidad, antepasados y los antepasados de estos, la cantidad de tiempo aproximada que ha pasado con los miembros de su trio, cantidad aproximada de tiempo que ha estado en la comisaría o con ella misma, cantidad de bajas totales, su IP, dígitos de tarjeta de crédito, dirección, número telefónico, el número telefónico de su hogar, su peso, edad, nombre completo, ideología política, religión, fecha de nacimiento, nacionalidad, calibre de su arma, fabricante de su escopeta, fecha de obtención, tipo de munición usada...
Era una locura lo que esa chica podía averiguar.
Colt: ¿Y todo eso es verdad?
Colette: ¿Dudas de mi?
Colt: N-no no, es que es algo extraño que sepas tanto...
Colette: Colty, sé incluso la fuerza individual que ejercen todos y cada uno de sus dientes. Yo lo sé todo.
Colt: No necesitaba saber eso...
Colette: También sé una aproximación de su ritmo menstrual anual y de cuantas veces sucede por mes. ¿Necesitas algo más?
Colt: Por favor no...
Abandonó la habitación. Sus emociones eran una mezcla de satisfacción y horror por la información. Aún así, esa información le iba a ayudar mucho dentro de dos días para un evento especial.
