18 meses después de la desaparición de Colette, Byron se dio cuenta de un detalle muy importante. Se sentía estúpido por no haberse dado cuenta antes. Exceptuando Max y Surge, quienes a causa de los negativos comentarios abandonaron la investigación recientemente, NINGUNA figura de autoridad en el pueblo había hecho algo. Shelly, Colt y Ruff no habían movido ni un solo dedo. Con los líderes de cada calidad, con la excepción de dos, nuevamente NINGÚN lider movió un solo dedo. Shelly, Primo, Ricochet, Piper y Crow no habían hecho nada. 18 meses sin contar con el apoyo de los líderes. Solo se le ocurría una cosa: encararlos personalmente.
Salió de la habitación de monitorización, un cuarto de seguridad con una supercomputadora, enojado y con su bastón, caminó hacia donde debía ir: la comisaría de policía.
En lugar de usar su auto, él caminó a la comisaría. Tenía tiempo que no salía, y por lo menos debía hacer un poco de ejercicio. Los pocos Brawlers que lo vieron quedaron boquiabiertos: Byron, exceptuando 4 casos contados, no había salido de su casa en 18 meses. Sin prisa pero sin pausa, Byron llegó a la comisaría a pie.
El Sheriff, Colt, la justiciera, Amber de la Vega, el verdugo, o detective, Shelly, y la mente criminal, Belle, la cuál tras retirarse de ser ladrona y perder a su hija, se convirtió en la jefa de seguridad de todos los lugares de la zona, para evitar que vuelva a suceder, no esperaban que él viniera.
Byron solo iba a regañar duramente a Colt, Shelly y Ruff. Amber y Belle no porque se unieron a "la ley" mucho después de la fiesta de Piper el 22 de Septiembre. Los líderes verían su furia después.
Byron: ¡Ustedes tres!— señaló a los tres ya mencionados— ¿¡Por qué no hicieron absolutamente nada cuando desapareció mi hija!?— les gritó enfadado, y con razones de sobra. Belle y Amber, que también habían sido tan ingenuas, permanecieron calladas—
El primero en defenderse fue Ruff.
Ruff: Me uní hace muy poco a la comisaría. En todo este tiempo estaba creando al guerrero perfecto: un luchador formidable y temido que todos respetarían. El resultado, para bien o para mal, fue Squeak...
Byron: ¡Eso no es excusa! ¡Quiero que me den una buena razón para no matarlos ahora mismo!
Colt: El mismo día en el que tú hija desapareció, Shelly quedó embarazada. Perdimos al bebé. Hace un mes que finalmente superamos eso. Tomo total responsabilidad sobre ello. Pero ahora, haremos una investigación como Dios manda— estaba serio, confiado de sus palabras. Todo era verdad, solo había omitido un detalle— ahora que puedo concentrarme, iniciaremos una investigación de verdad—
Max, que vivía al lado, vino al escuchar los gritos de Byron. Ella llegó el escuchar lo de que iniciarían una investigación, y se golpeó la frente con la palma de su mano. También se dio cuenta del detalle. Y se cuestionó si todos eran así de tontos como para no darse cuenta.
Max: Señor Byron, le he estado buscando. Mortis me hizo llamar para un asunto importante, y resulta que encontró algo relacionado con Colette—
Byron inmediatamente la agarró de los hombros, mientras Amber y Belle escuchaban boquiabiertas.
Max: Encontró su broche en una cueva.
Inmediatamente, él salió de la comisaría y corrió hacía la mansión del vampiro. Pese a su avanzada edad, llegó a aquél alejado lugar del pueblo, muy cansado. Al tocar la puerta como un energúmeno, Mortis le abrió sin sorpresa.
Byron: ¿¡Que encontraste!?
El vampiro sonrió maliciosamente.
Mortis: Sígueme. Diles a ellos— señaló a Belle, Amber, Colt y Max— que vengan con nosotros.
