Interrogatorios

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Los brawlers iban y llegaban. Unas apariciones, como su padre y hermano, eran de agradecer. Otras todavía más, como el propio Coronel Ruff, un perro bastante mono que siempre tenía a Colette encima. Otras sencillamente no, como la repentina aparición de una mujer que afirmaba ser su madre.

Colette: ¿Mi madre madre? ¿La misma que se fue por cigarros? ¿La misma?

Byron: Si hija... Ella es tu progenitora. 

Soltó un pequeño grito de rabia y abandonó la estancia. La idea de convivir con ella le desagradaba enormemente. Tenía mejores cosas con las que perder el tiempo.

Belle: ¿Pero por qué?

Edgar: No sé tú, pero yo creo que haberte ido a comprar cigarros tiene algo que ver, ¿No?

Byron: Mi hija quiso seguir tus pasos, y robaba a todo aquel que cruzase por su camino. Fue hasta hace unos meses que paró su obsesión enfermiza.

Belle: Es nuestra hija.

Byron: No Belle. Dejó de serlo cuando nos abandonaste. 

Seguido de su hijo, abandonó su propio hogar, siguiendo los pasos de su hija. Belle aprovechó para robar lo que le resultaba interesante.

Mientras tanto, Colette observaba en silencio el lugar que tiempo atrás le mostró a su mejor amiga. Silencioso, oscuro, tranquilo. El lugar ideal. El lugar perfecto. 

Excelente para un secuestro.

La aparición de Lou la sacó de su silencio. Para mal. Muy para mal.

Lou: Eh, hola Colette.

Colette: Hola Lou, ¿Qué haces por aquí?

Lou: Quería hablarte sobre algo...

Colette: Déjame adivinar: tiene que ver con Amber.

Lou: Sí...

Colette: Y del hecho de que te gusta..

Lou: Sí...

La peliblanca sonrió, mientras le contaba todo de su mejor amiga. Gustos, hobbies, el tipo de prendas que usa, la cantidad de horas aproximada que se mantiene despierta en un día, el promedio de victorias en todos y cada uno de los modos que jugó, también de derrotas, su tipo de sangre, cédula de identidad, antepasados y los antepasados de estos, la cantidad de tiempo aproximada que ha pasado con los miembros de su trio, cantidad aproximada de tiempo que ha estado con Max o ella misma, cantidad de incendios accidentales y provocados causados, su IP, dígitos de tarjeta de crédito, dirección, número telefónico, el número telefónico de su hogar, su peso, edad, nombre completo, ideología política, religión, fecha de nacimiento, nacionalidad...

Lou: ¿Y como sabes todo eso?

Colette: Soy su mejor amiga, ¡Es mi trabajo saberlo!

Lou: El sentido común me dice que no. 

Colette: Eso no es quitarle la gracia, ¿Verdad?

Ambos soltaron pequeñas risas...



































































Mortis: ¿A qué te refieres?

Al entrar, Colt se sorprendió bastante. Que alguien como el vampiro pudiera ser reducido con esa facilidad era increíble. Claro que Mortis estaba limitado y no vio venir el primer golpe, pero aún así era sorprendente.

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