Más allá de lo Prohibido (Namjin)

I

En las montañas de Eifel, cerca de la confluencia de los ríos Rin y Mosela, se encuentra el castillo de Eltz donde vive el rey junto a su familia, y más abajo al pie de las montañas está el pueblo que es gobernado injustamente por aquel Monarca.

Es un pueblo rodeado de grandes árboles, montañas y ríos, las casas de madera y piedra acomodadas una junta a la otra, haciendo callejones largos y estrechos, a simple vista es hermoso, pero solo es una fachada.

En la plaza del pueblo todas las familias estaban reunidas para ver la ejecución de una pareja, lo "raro" aquí es que ambas personas eran mujeres.
La horca será su castigo por haber amado a una persona de su mismo sexo, de un momento a otro el cuerpo de ambas jóvenes colgaba de una soga amarrada al cuello.

-mami...

-Esto es un recordatorio
-¿Recordatorio de qué?
-Para no ser un mounstro como ellas
-oh...
-Vamonos Jin
-si mami

Jin, un pequeño de diez años, sus ojos cafés claro eran cubiertos por unos cuantos mechones de su cabello ondulado que es del mismo color que sus ojos. Aquel pequeño poseía extrema belleza, humildad y carisma, todo lo contrario a sus padres y hermanos.

-¿Hoy podemos comer sopa mami?
-Te tragaras lo que tú hermana cocine
-Esta bien mami

La familia de Jin se conformaba por su padre, madre, su hermana Andara y su hermano Robin ambos mayores que Jin.

-Iras a trabajar con tu padre
-¿Enserio?- Dice emocionado
- No quiero que hagas una tontería
- No será así mami, lo prometo

Al llegar a casa Jin tocó la puerta y ésta fue abierta por su hermana

- Iré a trabajar con papá - habla mientras entra a casa y va hacia la cocina

- Ya era hora -dice Andara de mala gana mientras mira de manera desagradable a su hermano- Nunca hace nada

-Solo como un poquito y me voy

- Ni se te ocurra tocar la comida

-Pero tengo hambre hermana

- La hice solo para nosotros cuatro

-¿Y yo?

- Consiguete la tuya

-B-Bueno...- el pequeño aguantando las ganas de llorar toma su pequeño morral y sale de su casa para ir con su padre a trabajar

Caminaba con el cabizbajo pensando en una deliciosa comida.
Jin era tratado así por el hecho de ser "diferente", sus ojos rasgados, su piel blanca y su belleza llamaban mucho la atención, su sed de aprender cosas nuevas, su amabilidad, eso y muchas cosas más para la familia de Jin y las demás personas  era raro, pensando hasta cierto punto que era contagioso.

La vista de Jin fue hacia una persona,mejor dicho un niño que estaba arriba de un techo de una casa, parecía que lo estuviera arreglando. Aquel niño también lo miro y le sonrió, era una hermosa sonrisa adornada por un par de hoyuelos.
El sonrojo de Jin hizo que apartara la vista y aceleró el paso para llegar con su padre

- Papá ya llegué!!!
- Cállate y trabaja
- Si, perdón.

Cuando el sol estaba a punto de meterse entre las montañas la casa de Jin se vió interrumpida por un estruendo, la puerta había Sido azotada con demasiada ira.

- Perdóname Papá!!! No me pegues por favor!!!- Jin lloraba y gritaba con desesperación.

-Eres un estúpido!!!, ¿Te das cuenta de lo que hiciste?

-¿Ahora que hizo?- Dice Robin con pereza

- Éste maldito bastardo se peleó con el señor feudal!!!

-¿Pelear? - Sale su madre de la cocina

-¿Porqué no dices lo que hiciste?

- Aquel señor pateó a un p-perro y yo lo defendí -limpia su nariz - le... le dije que era un maldito

- Y por culpa de éste niño ya no seré el vasallo del señor feudal, los pocos privilegios que teníamos desaparecieron

La mano de su madre impacto en la cara de Jin.

-¡¿Te das cuenta de lo que hiciste?!

- Perdón!!! No era mi intención que eso pasara lo juro!!!

El pequeño se inco suplicando para que su padre no se desquitará con el. Pero fue muy tarde, los golpes de su padre caían en su débil cuerpo, patadas, puñetazos e incluso con palo de madera. El tiempo se hizo eterno, y cuando el padre de Jin había descargado toda su ira, tomó al castaño por el cabello y lo encerró en el oscuro sótano.

Ese mismo patrón de golpes y encierro se repitió durante tres días, en aquel oscuro sótano Jin no tenía comida, agua, una cama o una vela, absolutamente nada.

Mientras tanto, la familia de Jin tenía una plática que se podía escuchar desde el sótano.

-Hay muchas goteras en el techo- dice Robin- suspira- traeré a alguien para que lo arregle.

- Yo y Andara iremos a comprar unas cosas

-Y yo buscaré trabajo - dice al final su padre.

Minutos después la casa quedó sumergida en un silencio lleno de paz. Sin embargo Robin llegó un tiempo después, venía acompañado de un niño quien arreglará el techo.

-Cuando acabes solo llámame
-Esta bien

Jin escuchaba todo desde el sótano, se imaginaba como podría ser aquella persona que llegó con su hermano.
Había pasado mucho tiempo, tanto así que Jin se quedó dormido, pero una voz lo despertó.

-Disculpa terminé con el techo... ¿Hola?

Seguramente Robin también se había quedado dormido.

-¿Debería esperar?

Aquel niño inspeccionó la casa, a pesar de que era de dos pisos era demasiado pequeña, una cocina junto a la sala con varias velas al rededor, no era para nada bonita y acogedora. La vista del niño se posó en una puerta cuadrada que estaba en el sueño de madera, era la puerta que daba al sótano.
Bien dicen que la curiosidad mató al gato, el niño ya se encontraba abriendo esa puerta y bajando por la escalera de apoyo con una vela en la mano.

- Seguramente me voy a arrepentir de esto

El niño miro a su alrededor, solo había oscuridad y humedad, y un niño...

-¿Un niño?

Jin al verlo se hizo bolita en su lugar, pensó que era su hermano Robin, pero al volver la vista hacia el su corazón se alegró. Era aquel chico del techo, el de la sonrisa bonita.

-Ay dios mío, ¿Estás bien?, Claro que no estás bien, ¿C-Como te llamas?

-Jin... Me ll-llamo Jin

-Tengo que sacarte de aquí

- Te dije que me llamaras

La voz grave de Robin les pegó a ambos niños como balde de agua fría, se quedaron inmóviles.

-Rayos.

Continuará...

Hola galletitas, este es un adelanto de está nueva historia Namjin.
Muchas gracias por su apoyo,
Espero que les guste y nos leemos pronto.💜✨