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Axel Davis.
"ME DEJÓ HELADA"

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Nunca había tenido tanto contacto con animales tan silvestres, pero en la pequeña lejanía en que estamos se siente muy bien, se siente paz, algo que no hallaba hace tiempo.

Los minutos transcurrieron en un recorrido con bastante adrenalina, podías estar tomándole fotos a un avestruz y luego estabas viendo a un león junto a su manada, o hasta con su tiernas crías.

Fue realmente divertido, además aprendimos mucho, porque cada guía nos explicaba datos curiosos y investigaciones sobre ellos.

Cuando llegamos al hotel ya está por anochecer, estamos cansados, sudados y tenemos sueño. Ha sido exhausto estar casi todo el día en el recorrido, pero sin duda es algo que no vamos a olvidar.

—Bueno, fue un día excepcional, y bastante cansado, así que vayan a sus habitaciones a descansar y nos vemos mañana para nuestro último día en este paraíso—nos despidió Clarke después de contarnos y ver que todos nos encontramos bien.

Puedo fácilmente creer que mis ojos están por cerrarse en cualquier momento si no llego a mi cama en los próximos minutos. Me le quedé mirando a Dylan por unos segundos y este está perdido en su celular.

—Oye—atraje su atención a mí.—¿Quieres hacer un plan más tarde?, puedes traer a Penelope si quieres y buscamos algo divertido que hacer—propuse esperando su respuesta.

—No tiene que estar Penelope para que yo también esté Ax—a veces odio que me conozca tanto, pero no sé, tengo miedo a que todo haya cambiado tanto que tenga que estar una persona para que él también esté y quiera hacerlo.—Pero sí, me gusta la idea.

—¿Entonces no vemos ahora?—pregunto con una sonrisa ladina.

—Claro que sí—aceptó despidiéndose con una especie de seña militar y una mueca algo graciosa.

Me dirigí al elevador que tomé junto a otras personas del grupo, mientras el sigue con otros más para tomar el otro elevador ya que su habitación queda en otra ala del hotel.

Al llegar a mi habitación semi-oscura el recorrido fue rápido, tiré mi bolso a un lado de la cama, me senté, desamarré los cordones de mis zapatos, me los quite y caí tendido en esta. Poco después la puerta se abrió de nuevo llevando mi atención a ella, de la cual entró el compañero de cuarto más feliz de todo el planeta que imitó mis comportamientos anteriores y se dejó caer en su cama.

Cerré mis ojos y sentí como mi cuerpo poco a poco se relaja cada vez más hasta que me sumí en un profundo sueño.

Comencé a escuchar sonidos raros que parecen una especie de toques, pero mi cama tiene una especie de hechizo que me obliga a quedarme ahí, así que no presté mucha atención y solo me removí para seguir en mi relajado trance.

Los toques no cesan, así que me levante odiando que me sacaran de mi placido sueño y entre la semi-oscuridad de la habitación adaptándome a volver a levantarme caminé hacia la puerta, la cual distinguí por la ranura de abajo que deja pasar una delgada línea de luz cálida.

Me froté los ojos con ambas manos para intentar "ahuyentar" el sueño, bajé una mano al pomo de la puerta y la giré abriéndo con algo de cautela, aún integrándome.

Mi único ojo libre y algo encandilado por el cambio de luz tan brusco se fijo en una silueta, y no cualquier silueta, cabello claro, piel cremosa y pálida terminando en una mirada oceánica.

𝘈𝘍𝘛𝘌𝘙 𝘈𝘓𝘓 ☁︎ [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora