Rendición de Krypton

640 80 6
                                    

Pov Lena

Solo me quedaba masacrar al escuadrón de Zor-El, pero para mi sorpresa, ella prometió rendirse con la condición de perdonar la vida de sus soldados, que mantenían sus espadas guardadas y sus manos en alto.

En ese momento la tenía rodeada, la miré a los ojos y solo encontré tristeza, ella notó mi duda y se arrodilló ante mi, entregando su espada y suplicando de nuevo por la vida de sus compañeros.

Mon-el, mi prometido, levantó su espada con la intención de cortarle la cabeza y yo solo me perdí en esos ojos azules, como el océano.

Mi corazón dió un vuelco y detuve a mi futuro marido. Su espada quedó rozando su cuello y una pequeña gota de sangre empezó a caer por el. Mon-el me miró lleno de ira e intentó atacarme, lo esquivé rápidamente, eso le hizo perder el equilibrio y caer de morros al suelo.

Me senté a horcajadas en su espalda y le puse mi daga en su cuello.

- Que sea la última vez que intentas algo tan estúpido... Solo estamos prometidos por la unión de fuerza y poder, de nuestras familias...- le susurré al oído

Él me miró sin poder moverse.

- Cuando nos casemos, te quitaré esa soberbia a golpes y entenderás cual es tu lugar como mujer...-

Le golpeé tan fuerte con el mango de la daga, que le abrí una brecha en la ceja. Y él gritó entre dolor y rabia.

- Ya lo veremos...- respondí, mientras me levantaba y me dirigía a la rubia.

Acepté su derrota, agarré su espada como ofrenda a mi victoria y le di mi palabra de que sus hombres vivirían.

Luego mi escuadrón desarmó a sus soldados y no se porque sin darme cuenta, saqué mi pañuelo y le limpié el pequeño corte de su cuello, sin dejar de mirarla. Ella delicadamente agarró el pañuelo y apartó mi mano, mirando a mis hombres. Entendí su gesto y me separé un poco.

- Gracias - susurró Zor-El en una sonrisa.

Y que sonrisa, por Rao, hizo que me temblaran las piernas y me sonrojara.

¿Que me pasa? Solo es una simple kryptoniana, que me ha complicado, durante dos años.

Aparté la mirada con rabia, mandé a mis hombres que los llevaran a la nave y cuando llegaran a Daxam, serían desplazados al castillo Luthor y encerrados en las mazmorras, bajo mi tutela.

Cuando alguien quedaba bajo mi tutela, todo el mundo sabía que eran intocables y si algo les pasaba pagarían las consecuencias.

Mon-el soplando resignado, se adelantó con mi escuadrón y yo me quedé atrás con la kryptoniana.

- Tu vendrás conmigo...- dije señalando a Zor-El.

Ella asintió con la cabeza y se puso al lado de mi montura. Esperó a que me subiera de un salto y cuando empecé a moverme, ella caminó a mi lado en silencio y con la cabeza baja.

- Veo que sabes ser sumisa, ¿No presumís en Krypton algo sobre la igualdad de las personas? - dije mientras la observaba caminar, ella no contestó - Responde cuando te hable - ella simplemente me miró

- Me escapé de Krypton por amor a una daxamita y estuve viviendo en Daxam 3 años. Conozco vuestras costumbres y no quiero más problemas, sobretodo con tu familia - explicó volviendo su mirada al suelo, sin dejar de caminar a mi lado

La miré sin saber que decir. Una kryptoniana de casa alta, viviendo en Daxam.

- ¿Porque regresaste a tu casa?- pregunté curiosa.

No me miró más, pero noté como le caían las lágrimas.

- Porqué tu hermano se encaprichó de mi mujer y al rechazarlo, él la mató. Ella sabía que no podía negarse a él, pero no quería hacerme daño acostándose con otra persona, le insistí que fuera con Lex, porque sabía de las consecuencias, pero no quiso escucharme.
Cuando llegué a casa de trabajar y la encontré muerta, regresé a Krypton -

¿Una kryptoniana de su rango, trabajando?

No quise saber más, conocía mejor que nadie a mi hermano y sabía que era un sádico caprichoso, desde que lo rechazaron por primera vez, hace unos 6 años.

Pero esto era pasarse. Podía tener a quien quisiera...

Normalmente respetaba a los monógamos, a menos que quisiera molestar a alguien.

Tendré que investigar, a que vino esa violación con muerte. Seguro que lo encubrieron, como siempre hacen cuando pierde el control.

El regreso a mi nave privada, fue largo, porque lo quise así.

Me paré varias veces y le ofrecí descanso y agua.

- ¿Porque eres buena conmigo? Soy de Krypton, soy tu enemiga...-

La miré y sin querer me perdí de nuevo en esos ojos.

- No se que me pasa, pero es como si te conociera de antes...- dije mientras acariciaba su rostro.

Ella se sonrojó y dió un paso atrás y me miraba confundida.

- No hagas caso... Estoy cansada y quiero regresar a casa, me has dado mucho trabajo, hasta que has decidido rendirte... - respondí seria para subir a mi montura de nuevo y continuar el camino

-----------------------

Pov Kara

Nunca había visto a la Luthor, pero cuando la vi...

Me pareció que estaba hecha por las mismas manos de Rao. Era de belleza sin igual, piel blanca y ojos claros. Todo su cuerpo estaba proporcionado a la perfección y su cabello negro como el azabache, caía por sus hombros, elegante, dadas las circunstancias. Me recordaba a esos dioses griegos de un planeta llamado Tierra, que estudié en mi juventud.

Por suerte, me había salido con la mía, al arrodillarme a sus pies. A las familias poderosas de Daxam, siempre les gustaba ver a sus oponentes sumisos y eso es lo que hice.

Había conseguido salvar la vida de mis hombres.

Pero no entendía a Luthor.

Habíamos tardado demasiado en llegar a su nave, porque me hacía parar para descansar y una vez dentro me quitó los grilletes.

Me ofreció aseo y me dió ropa limpia.

Un momento... ¿Porque la Luthor tiene ropa mía?

- Se que no te vas a escapar, porque la vida de tus hombres, depende de como te comportes... - dijo Lena sonriéndome con malicia - Veo tus interrogantes, tengo tu ropa, porque hemos ganado y pedí expresamente que la trajeran. No te voy a lucir por Daxam sucia y con la ropa destrozada...-

- ¿Mi familia? - pregunté preocupada.

- Bajo mi tutela, llegué a la casa de El antes que mi hermano, así que sois míos - respondió tranquila

- Gracias a Rao...-

- No...- me interrumpió - Gracias a mi, tu casa está a salvo, no puedo decir lo mismo de otras casas o de vuestro consejo -

- Haré lo que me pidas con tal de que sigan a salvo...- me ofrecí, ya que conocía como funcionaban las cosas en Daxam y más con una familia como la Luthor

Lena se acercó, apoyó su frente en la mía, sentí su cálido aliento y me puse tensa.

- No quiero que te ofrezcas por obligación, quiero que te ofrezcas de corazón - susurró dejando un beso en mi mejilla.

La miré sin saber que decir, aunque un escalofrío recorrió mi espalda y mi piel se erizó a su contacto.

Guerra, paz y amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora