Huída

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2 años después de la muerte de Lar, el Destructor se activó automáticamente.

Los primeros síntomas de la caída del planeta, fueron los terremotos que abrieron el suelo y engulleron la ciudad de Kandor.

Por suerte, los estudios que habían realizado Zor-El junto con Lex, habían demostrado en que orden iría explotando el planeta, así que habían tenido tiempo de sobras para desalojar, Kandor, Twenx, Kryptonopolis y la isla de Vathlo, para alojarlos temporalmente en Argo.

Cuando la noticia llegó a la casa de El, Kara fue a buscar a su mujer y a su hija de dos años y las guió por la ciudad de Argo, hasta una cápsula de salvamento, que había preparado exclusivamente para su familia.

- He puesto las coordenadas del planeta Tierra, exteriormente somos muy parecidos, pero la joven estrella amarilla que llaman Sol, os dará poderes, según vayáis absorbiendo su luz - dijo Kara mientras ataba el cinturón de seguridad a su hija

- ¿Nos dará? ¿Tu no vienes? - preguntó Lena asustada.

- Voy a dar la alarma, para avisar al resto de Krypton y a Daxam, para que salgan de los planetas lo antes posible... Os seguiré después-. Kara fue a darle un beso pero Lena se apartó

- ¡No nos puedes hacer esto, no puedes dejar a M'gann sin su jeju...No me puedes dejar a mi tampoco! - lloró la morena.

- Mi zhao entiéndelo, por favor, no puedo perderos, tengo que dar la alarma... Te prometo que os seguiré en la próxima cápsula - dijo Kara mientras acariciaba sus mejillas

Lena la abrazó muy fuerte y al final la besó

- Regresa a nosotras, por favor... Te amamos - suplicó la morena.

- Je...ju - dijo M'gann intentando agarrar a Kara.

- Yo también os amo, prometo que volveré a vosotras - dijo la rubia mientras cerraba la cápsula y veía como salía disparada hacia el exterior.

La kryptoniana, llorando por escuchar la primera palabra de su hija, salió corriendo al gremio de comunicaciones y dió la voz de alarma.

Una voz empezó a sonar por los altavoces de todo el planeta.

- Atención, atención, esto no es un simulacro, todos los habitantes deben dirigirse lo más rápido posible a las naves de emergencia del hangar principal - el mensaje se repitió en bucle.

Los soldados salieron rápidamente de sus puestos, para ayudar a la gente a llegar lo antes posible.

Mientras de fondo se oían explosiones lejanas, que hacían temblar el suelo

Kara observaba las cámaras de la ciudad y mandó un mensaje a Daxam.

Luego salió del gremio y fue corriendo en dirección al hangar. Por el camino sintió otra explosión, esta vez muy cerca y un escombro le dió en la cabeza. Se sintió mareada y empezó a ver borroso. Se tocó la cabeza y su mano se cubrió de sangre.

Alguien la jaló del brazo y la empujó, para que siguiera caminando, pero el mareo era muy fuerte.

- ¡Sigue andando, no me hagas cargarte! - gritó una voz conocida

- ¿Lex? - preguntó Kara sin poder ver bien

- Si te pasa algo mi hermana me mata - respondió su cuñado mientras la levantaba en volandas

En algún momento de camino al hangar, Kara perdió el conocimiento.

Lex llegó justo a tiempo de subir a la última nave antes de que recogieran la rampa y la llevó directamente a la zona médica.

Guerra, paz y amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora