Guerra, paz y amor

Rebelión de la Casa Zod

Pub de Al

Los integrantes de la casa de Zod, estaban reunidos en el bar de Al. Lo habían alquilado para tener intimidad y que nadie descubriera sus intenciones.

- Estoy harta, de esos patéticos humanos, siempre pendientes de que arreglemos sus problemas...- dijo indignada la comandante Ursa

- Creo que es hora de que les enseñemos quién manda... - respondió Dru-Zod Corkript, el general.

Los soldados vitorearon a su general. Estaban cansados de ser mano de obra de los humanos, cuando éstos tendrían que estar bajo el yugo de los kryptonianos.

- He pensado, que podríamos ir a la fortaleza y recuperar a esa tal Reign, he oído decir a Zor-El que está programada para destruir todo lo que no sea de Krypton... - explicó el Dru

- Así nos desharíamos de los daxamitas y de los terrícolas... ¡Es un plan maravilloso! - dijo Ursa

- Ahora será más fácil, ya que su hija no se entrometerá en nuestro camino... - sentenció el general

Todos brindaron por la idea de su superior. Ahora solo quedaba planear como lo harían, pero con tranquilidad porque tenían tiempo de sobras.

Uno de los soldados rasos carraspeó

- ¿Tienes algún problema? - preguntó el general, agarrando a ese soldado del cuello y levantándolo del suelo. El muchacho intentó zafarse del agarre porque empezaba a faltarle el aire.

- Afloja un poco, que no le dejas hablar... - dijo Ursa a su jefe.

Cuando Dru aflojó, el soldado tomó una gran bocanada de aire.

- Lo siento mi general, no quería hacerle enfadar, pero la hija de Zor-El está viva... - el pobre soldado se estampó contra la pared víctima de la ira de su general.

Dru se rascó la barbilla, mientras pensaba que el retorno de Kara era un inconveniente para sus planes.

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Fortaleza

- ¿Se puede saber como nadie sabía lo que hacía? - preguntó frustrada Kara, mirando por enésima vez los cristales de Jor-El.

Su padre la miró con un silencio lleno de culpabilidad y la kryptoniana fue consciente.

- ¿Tú lo sabías? - preguntó la rubia molesta - ¿Porqué no lo detuviste? -

- Lo siento unahmin, estábamos en pleno conflicto, creí que era lo correcto... -

- ¡No me valen las disculpas! ¡¿No lo ves!? -

- Kara ... Yo... -

- ¡Fuera de aquí! Dile a Lex que venga - Zor-El salió de la sala de la fortaleza

- Mi zhao, no puedes explotar de esa manera...no es la primera vez, además se que no descansas bien, ¿Que ocurre? - dijo Lena acercándose.

Kara que estaba sentada, la abrazó por la cintura y escondió su rostro en el torso de su mujer y suspiró.

- Es como si mi mente quisiera avisarme de algo...pero es todo tan confuso - dijo Kara levantando la mirada y encontrándose con los ojos de su esposa

Lena acortó la distancia y dejó un suave beso en sus labios.

- Puedes estar tranquila, si estamos juntas, todo irá bien... - dijo tranquilazándola.

Apareció Lex en escena y se detuvo mirando en silencio a las dos mujeres. Por un momento pensó en Harley, envidió a su hermana y se alegró por ella.