Guerra, paz y amor

¿?

La Zona Fantasma es un páramo desértico donde el sol nunca se pone. Este lugar no parece tener formas de vida indígenas, ya sean animales o vegetales. Tiene lo que parece ser un río de sangre que fluye a través de él y caminos rocosos, así como varias cavernas y cuevas. Los Espectros Fantasmas vagan libremente, al igual que las entidades físicas desterradas en la Zona.

Dada la explicación, continuamos con la historia

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Tres días habían pasado desde que habían recuperado sus cuerpos originales y se sentían más fuertes que nunca.

Las dos deidades, aún se encontraban en una sangrienta lucha, destruyendo todo a su alrededor.

Las ciudades como Metrópolis, Gotham, Manhattan, Kansas, por nombrar unas pocas, habían sido reducidas a escombros y muchos alienígenas habían acudido a ayudar. Y alejaban a los humanos que podían, a zona segura.

Winn encontró el patrón y aunque las ciudades quedaban destruidas, se conseguían salvar muchas vidas, en la actualidad, el DEO había conseguido evacuar la mayor parte de la zona financiera de National City...

Alura estaba preparada, abrió el portal de la zona fantasma y las deidades fueron absorbidas antes de que fueran conscientes de lo que estaba ocurriendo.

La kryptoniana lo cerró rápidamente y destruyó el cristal, para que nadie pudiera volver a abrirlo.

Los espectadores, suspiraron aliviados al ver que por fin, todo había terminado.

Solo quedaba que Kara despertara, pero Alura no tenía muy claro que eso fuera a ocurrir.

J'on puso una mano en su hombro y apretó, intentando darle consuelo. La mujer lo miró agradeciendo el gesto.

- Volvamos al DEO... No has visto a tu hija desde que se separó de Fénix - dijo el marciano empezando a alzar el vuelo.

Alura dio órdenes a la élite para que organizaran a los alienígenas, a ayudar a recoger los escombros y buscar humanos supervivientes.

Axi, asintió y comenzó a dar indicaciones.

Alura siguió a J'on J'onz al edificio gubernamental donde se encontraba su hija en coma.

Alex los esperaba en el balcón del DEO y condujo a Alura a la sala donde tenían a Kara.

- Mi madre, Eliza, se está haciendo cargo de sus cuidados, Lena le dió un cristal con la información de la biología kryptoniana y ha conseguido mantenerla estable... - explicó la pelirroja mientras abría la puerta.

Alura sólo asintió, susurró un agradecimiento y entró.

Se encontró a Lena, sentada en una silla, agarrando la mano de su esposa y dormida, apoyada ligeramente sobre la cama. Alura sabía que su nuera no se había movido de ahí desde que trajeron a Kara.

Sonrío al ver esa imagen y le tranquilizó saber que su unahmin había encontrado al amor de verdad.

Puso la mano sobre su hombro y zarandeó suavemente a la daxamita.

La morena entreabrió los ojos y miró a su suegra

- Lena, cariño, ¿porqué no vas a casa, te duchas y pasas tiempo con tu unahmin? - preguntó Alura dulcemente.

- No puedo... No puedo perderla, otra vez no...- respondió Lena entre sollozos

Alura se acercó a su nuera y la abrazó

- M'gann también te necesita... Cualquier cambio te avisaré ¿si? - dijo Alura sonriendo

Lena asintió, volvió a abrazar a su suegra, después dejó un beso en la frente de su esposa y acarició su rostro.