Guerra, paz y amor

Black Zero

Después de las malas noticias, Alura junto a su marido, se trasladaron a Daxam.

Lillian los puso al día de los recientes echos. Como la matriarca Luthor conocía el trabajo de Alura en Krypton, le pidió que investigara.

Lillian le ofreció una escolta.

- Solo necesito una daga y ropa daxamita sencilla, para poder pasar desapercibida - dijo Alura tranquila. - En dos días habré reunido todo y sabremos a que nos enfrentamos -

La matriarca Luthor asintió y fue a buscar lo que su consuegra le había pedido.

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- ¡¿Que has hecho que?! - gritó Kara enfadada

Lena intentó traquilizar a su rubia.

- Mi zhao, respira, por favor - dijo Lena poniendo su mano en el pecho de Kara

- No te enfades, tus padres vinieron aquí en cuanto oyeron lo de los ataques y al explicarles lo sucedido, pensé que como tu madre había sido investigadora judicial... - empezó a explicar Lillian

- Lo que tu no sabías es que mi madre es tan meticulosa, que es posible que se meta en problemas... - interrumpió Kara preocupada.

- Le ofrecí una escolta y me dijo que no era necesario, que volvería en dos días... - se quiso justificar Lillian

- Voy a buscarla... - dijo la rubia, mientras daba media vuelta para salir

- Mi zhao, espera, necesitamos saber que planea Black Zero, nuestro futuro y el de Krypton, dependen de ello - dijo Lena agarrando el brazo de Kara - Vamos con tu padre a que te revise la cicatriz, seguro que está encantado de ver que el bacta que creó funciona de maravilla - continuó hablando la morena, mientras la guiaba de camino a la zona médica.

La kryptoniana suspiró, era verdad, necesitaban la mayor información sobre ese grupo terrorista.

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Alura estaba paseando por el mercado, parándose a mirar e incluso comprar algo. Pero estaba atenta a cualquier conversación de su alrededor que la condujera a alguna pista.

Se paró a descansar de su paseo, en una cantina que encontró. Pidió algo de comer y beber.

- Eres nueva, nunca te había visto, ¿No serás de Krypton? Porque aquí no servimos a esa gente... - dijo el tabernero enfadado

- No soy nueva, pero nunca salí de casa, estuve desde que nací como esclava de servicio de la familia Mon, hasta que los Luthor atacaron la casa familiar y huí, ahora por culpa de esos tratos con los kryptonianos, no tengo donde ir... - Alura puso tono de odio cuando pronunció la palabra kryptonianos

- Es triste tu historia, pero comparto tu odio, esta ronda invita la casa y si te esperas, puedo presentarte a daxamitas que podrían ayudarte - finalizó el tabernero que fue a buscar comida y bebida para su nueva clienta.

Cuando regresó, venía con una sonrisa, un cuenco y una jarra.

- Tengo un contacto, he hablado con él de tu situación y me ha dicho que vendrá antes para conocerte- dijo el hombre dejando el cuenco y la jarra - Anda come mientras esperas... - se marchó a seguir trabajando