Nuestro primer beso no fue como esos besos soñados, no fue cómo en aquellas novelas donde una música suave y un atardecer acompañan a los amantes, no hubo baile ni abrazos, fue más bien; accidentado, y con esto no digo que sucedió sin que ambos quisieramos; todo lo contrario, en mí mente ya te había besado mil veces y aún así no salió según lo planeado, no fue ni el mejor ni el peor beso, pero único e irrepetible es seguro.
ESTÁS LEYENDO
Sentir en letras...
RastgeleSentimientos que vienen y van, reales, soñados, creados, vividos o no... de todo un poco