—Hola, padre.—la voz de Dylan emitía resentimiento. Sus miradas chocaban y sin decir palabras se decían miles de cosas. Dylan lo sentía por su madre, ella era la más afectada en este problema, ya que era su matrimonio, pero Lisa solo sabía una parte de la historia. No sabía que la manzana de la discordia era la novia de su hijo y por eso ella le hechaba la culpa a Alejandra.
Lisa caminó hacia Stephen pasando de lado a Dylan. Los ojos de su padre no dejaron ni un momento los suyos. Parecía que quisieran matarse con la mirada.
—¿A qué vienes?—Lisa se cruzó de brazos en un intentó de parecer ruda. Stephen miró a su esposa por primera vez desde que había llegado, tomó una profunda respiración y cerró la puerta tras él.
—He venido, Lisa, a darte los papeles del divorcio que tu no quisiste firmar.—Dylan se dio cuenta que su padre llevaba una carpeta negra en el brazo. Él se la tendió a su mamá, que de un tirón lo arrebató de sus manos.—Ahí está todo lo que te corresponde y como quedarán nuestras posesiones. También está el motivo, tú solo tienes que firmarlo y ya no volveré a molestar; esta casa será tuya.
—Te he dicho que no firmaré nada sin antes saber, por lo menos, por qué me estas dejando. No puedes dejar solo así a tu familia, tienes un hijo ¿Sabes?
—Sé que tengo un hijo,—su mirada se dirigió de nuevo a Dylan, que seguía en el mismo lugar como si estuviera paralizado, seguía con su mirada matadora.—Estoy al pendiente de eso.—miró de nuevo a su esposa.
—¿Entonces? ¿Es por Alejandra?—la mención de Alejandra desconcertó a Stephen.
—¿Qué tiene que ver ella con esto? ¿Qué sabes tú de ella?—su mirada se desvió una milésima de segundo para ver a Dylan. Stephen se preguntó que tanto de la verdadera historia ya le habría contando a su madre. Pero Dylan no quería contartele nada a su madre, sería más doloroso para ambos si le contaba la verdad.
—Hacerte al desentendido no va contigo. Sabes que ella siempre ha estado detrás de ti, Des.—Lisa giró para mirar a su hijo.—¿Sabías que tu padre tiene una amante y se llama Alejandra?
"Sé que tiene una amante. Y no se llama Alejandra, se llama Selena y es mi novia" pensó Dylan. Negó con la cabeza.
—Alejandra no tiene nada que ver con esto.
—Al parecer el señor Dan, perdón, el señor Des,—caminó hacia su madre sin dejar de mirar a los ojos de su padre.—Tiene más secretos de los que creíamos.
—Oh hijo mío, tu no tienes idea.—sonrió. A Dylan le provocó más furia. Stephen se estaba burlando en su cara porque creía que ya tenía ganado la lucha por Selena.
—¿De qué hablan?—Lisa los miraba alternadamente preguntándose que demonios pasaba con ellos dos.
—Nada, madre.—Dylan deseaba que su madre no estuviera ahí para que él pudiera decirle todo lo que quería decirle a su padre. Para que pudiera saltar sobre él y darle su merecido por haber interferido en su prometedora relación.
—Bueno, Lisa. Firmalo, se lo das a Patrick y él sabrá que hacer. Ahora... Si me disculpan, tengo una cita que atender.—miró su reloj en la mano.—, en tres horas.—le sonrió a Dylan.
Lisa estaba a punto de empezar hacer drama por la supuesta cita pero Dylan se adelantó y caminó hasta su padre. Se plantó frente a él, eran casi de la misma estatura, sus narices casi se rozaban, Stephen era solo unos centímetros más alto que Dylan, y le dijo en voz baja para que solo ellos dos escucharan:
—Déjala en paz.—apretó los puños. Stephen sonrió de nuevo.—crees que la tienes pero no es cierto.
—Es curioso, ella me dijo que lo que ustedes tenían esta arruinado, tal vez se dio cuenta de que eres poco hombre para ella.—eso colmó la paciencia de Dylan, lanzó el primer puñetazo y lo golpeó cerca de la mandíbula. Stephen no perdió el tiempo y tomó a su hijo del cuello de su camisa. Lisa soltó un grito.
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La Pro$tituta II: See You Again
FanfictionLa vida de Selena había caído en picada. Un momento se la estaba pasando de lo mejor con Dylan;reían, jugaban, se besaban, de tocaban y hacían el amor: estaban locamente enamorados. Y al siguiente su relación había terminado en menos de cinco minuto...