Selena llegó cuando las cosas ya se habían calmado a comparación como habían estado antes. Lo primero que hizo cuando María estacionó fue buscar con la mirada a Stephen o su auto, para su fortuna, él ya sé había marchado. Bajaron del auto de María y miraron el panorama.
Había un auto de policías estacionado muy cerca de la casa de Lisa. El oficial estaba tomando apuntes en su mini libreta mientras le hacía algún tipo de entrevista a un chico de cabello rubio oscuro que no podían ver ya que el oficial les tapaba la vista. El oficial hizo una advertencia al chico y caminó de nuevo a su patrulla. El chico rubio alzó la vista, Max las vio antes que nadie y su mirada se detuvo más de lo normal en María. Ella lo notó y se movió incómoda detrás de Selena.
Selena quiso acercase y preguntarle que había pasado pero Max negó con nerviosismo. De algún lugar salió Lisa hecha una furia. Max evitó mirarlas bajando la cabeza, y caminó a casa de Dylan hasta llegar a la puerta cerrada. Dylan no estaba con él, ni con su madre. Lisa caminó hasta llegar al límite de su propiedad que colindaba con la propiedad de Madre y miró descaradamente para buscar a Alejandra. La puerta de la casa de Selena estaba abierta pero no se veía a Madre por ningún lugar. Selena se armó de valor y caminó hacia su casa mientras María le seguía el paso. Lisa la visualizó y no dudo en decirle comentarios groseros.
—¡Oh, mira quien decidió volver! mientras tu te paseabas por ahí con tu indigente amiga.—Lisa miró hacia el pantalón de mezclilla rasgado que usaba Maria.—Tu madre adoptiva se estaba revolcando con mi esposo.
—¡Oiga, Señora!—Maria movió la cabeza de una manera amenazante.—¡No soy ninguna indigente, así son los pantalones! ¡Y si la señora Alejandra se estaba tirando a su esposo ha de ser porque su esposa no lo pudo complacer! Su esposo no debe tener el menor remordimiento.
Lisa abrió la boca y llevó su mano a su pecho de una manera muy dramática, como siempre lo hacía. Definitivamente no se esperaba esa contestación por parte de María.
—Maria, por favor. No vale la pena.—pidió Selena. Lo menos que quería era empezar una interminable guerra contra la mamá de su amado novio.
—¡Oh, pero qué grosera! ¿Nunca te enseñaron modales en el pueblo donde creciste?— María estaba a punto de contestar.
—¡María, basta!—Selena interrumpió.
—Y tú, ya te había dicho que te alejarás de mi hijo. No quiero que se le pegue tus piojos de niña abandonada. ¿Crees que no se qué fue lo que paso con tu familia?—Selena tragó nerviosa. Esa señora no podía saber nada, todo estaba en el pasado y ella lo estaba utilizando en su contra.—Oh, si. Yo sé qué pasó la noche que tu padre fue a la cárcel. Me alegro tanto de qué ese padrino tuyo te haya...—Madre salió en ese momento de la casa. Había escuchado una parte de la conversación entre ellas y Lisa se estaba pasando del límite.
—¡Callate la puta boca, Lisa malcogida Rodhes!—Madre gritó furiosa. María miró a Selena que se mordía el labio y sus ojos habían quedado llorosos y brillosos. Alejandra caminó hasta ponerse entre Lisa y Selena y lanzó un manotazo a Lisa haciéndola girar la cabeza por el impacto del golpe. Lisa llevó una mano a la mejilla. Dylan salió de la casa totalmente ajeno a lo que pasaba. Máximus y él se acercaron al lugar.—¡Con mi hija no te metas!
Lisa rodeó la pequeña cerca que dividía ambas propiedades y se abalanzó sobre Alejandra tirándole del pelo.
—¡Oh, santa mierda!—exclamó Max con los ojos llenos de emoción. Él amaba las peleas. María miró a Selena que parecía estar pérdida en sus pensamientos y no veía lo que realmente estaba pasando.
—¡Eres una zorra quita maridos!—Lisa soltó del cabello a Madre y le dio dos bofetadas de izquierda a derecha. Madre no esperó el siguiente golpe y se lanzó con toda su fuerza sobre Lisa haciendo que ambas cayeran al piso, Alejandra sobre ella. Ahí le dio jalones de su cabello hasta que Dylan se interpuso con Max. María llegó por detrás de Madre y la jalaba de los hombros para hacer que suelte a Lisa pero ninguna quería parar.
—Alejandra, sueltala.—pedía Dylan pero sin tocarle un pelo a Alejandra.
—Esto es jodidamente sexy.—susurró Max que desde que había visto a Alejandra por primera vez no podía sacarla de su pervertida mente.
—¡Selena!—Selena miró por primera vez a las mujeres que estaban peleando en el piso y salió de su impresión.
—¡Mierda! ¡Madre!—Selena le jaló el brazo.—¡Sueltela, Madre! ¡Mamá, porfavor!—Alejandra solo reaccionó a la voz de Selena. Le soltó el cabello a Lisa y se puso de pie. Se limpió su atuendo y le tomó la mano a su hija.
—A mi hija ni siquiera la mires, Lisa.—Madre se dio media vuelta y caminó. Dylan y Max ayudaron a poner de pie a Lisa. Ella no se quedó conforme con lo que ya había hecho y corrió detrás de Alejandra para jalarle de nuevo el cabello. Alejandra ya lo veía venir y con un golpe limpio, le dio un puñetazo en la nariz.
Dylan corrió a Lisa que sangraba sin parar. Alejandra entró a su casa triunfante con Selena y María. Cerró la puerta. Dylan y Max llevaron a Lisa a su casa para detener la hemorragia de su nariz. María lo vio desde la ventana.
—Necesito una ducha.—anunció Alejandra y dejó a las chicas en la sala. Desapareció en su cuarto y cerró dando un portazo, claramente no estaba de humor para pláticas.
—María, vamos a mi cuarto.—Selena la llevó a su recamara donde había dejado la ventana abierta cuando se escapó horas antes. Cerró las cortinas pero dejó los cristales sin seguro.
—¿Qué fue lo qué pasó? Todo ocurrió tan rápido...
—Nunca había visto a Madre tan enojada.—Selena se sentó en el piso y María en el colchon.
—Fue por lo que dijo, la señora esa. Algo sobre tu padrino.—Selena ignoró ese comentario.—Dylan tenía un golpe en los labios ¿Lo notaste?
—No pude mirarlo.—Selena no podía sacarse de la cabeza lo que había dicho la madre de Dylan. ¿Cómo sabía ella eso? Selena no comprendía como era que esa señora que se veía tan elegante y de buena familia podía ser tan inmadura, descortés y mal educada. Por un momento sintió compasión por Stephen que tuvo que soportarla por años.
—¿A que se refería con lo de tu padrino?—preguntó de nuevo María. Selena decidió que era inevitable guardarlo de ella. Siempre sabía cuando Selena mentía.
—No se si recuerdas, pero mi padre está en la cárcel.—María asintió.—Él está ahí porque mató a alguien a golpes. Él mató a mi padrino porque le gustaba tocarme cuando nadie estaba cerca. Yo era solo una niña.—María abrió los ojos de incredulidad. Dylan había reaccionado de la misma manera.
—¿Dylan lo sabe?
Selena asintió.—Y ahora lo sabe su madre. Nunca me dejará en paz... Creo que nunca podré estar feliz con Dylan ¿Sabes? Siempre habrá conflictos entre nosotros por esto. Tal vez solo debería dejarlo ir y olvidarme de él.
PRIMER CAPÍTULO DEL MARATÓN
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La Pro$tituta II: See You Again
ФанфикLa vida de Selena había caído en picada. Un momento se la estaba pasando de lo mejor con Dylan;reían, jugaban, se besaban, de tocaban y hacían el amor: estaban locamente enamorados. Y al siguiente su relación había terminado en menos de cinco minuto...