barrier

0.6

"¡Hey San!" Dijo Wooyoung después de que casi todos se fuesen. San miró y sonrió esperando que Wooyoung no le hablara, pero desafortunadamente se equivocó.

"¿Cuánto tiempo llevas aquí? Oh, espera, no entiendes... ¡Yeosang!" Gritó. El mayor pronto entró en la habitación.
"Traduce: "¿cuánto tiempo has estado aquí?" para mí, gracias." Sonrió.

"Quiere saber cuánto tiempo llevas aquí." San miró al más pequeño que miraba divertido a Yeosang. "Tres días."

"Tres días dijo." Wooyoung asintió y sonrió. "¿Tiene un tatuaje de alma gemela? Pero no le digas esto." Wooyoung tenía curiosidad por el nuevo chico. Pensó que San tenía una bonita sonrisa y le encantaba lo tímido que era el chico cuando hablaba coreano. Su voz estaba en el lado más ligero y suave. Era tranquila a diferencia de la suya.

"Tiene uno, no relacionado contigo, así que hazte ilusiones." Yeosang bromeó haciendo que pusiera los ojos en blanco. "No tiene gracia." Dijo mirando a San que miraba entre los dos chicos confundido.

San se sentía fuera de lugar. Sabía que esto pasaría. Quería volver a casa o al menos a la casa de su abuela para quedarse encerrado y no volver jamás. Sentía que le estaban juzgando. No importaba cuántas sonrisas tranquilizadoras le enviaran Hongjoong y Yeosang, no podía evitar sentirse molesto.
Se sintió mal de que los otros tuvieran que hacer que Hongjoong o Yeosang dejaran de hacer lo que estaban haciendo solo para poder hablar con el chico extranjero.

Durante los dos últimos minutos ha estado sobre pensando, haciendo que sus ojos se llenasen de lágrimas de las que se aseguró de que no salieran. Era un chico sensible y se odiaba a sí mismo por ser demasiado emocional.

Wooyoung, que se había dado cuenta del repentino cambio de actitud amplió sus ojos y los de Sans brillaron. "¿Estás bien?" Intentó.
Yeosang miró sorprendido después de escuchar a Wooyoung. Sintió que su corazón se rompía al ver a San a punto de derrumbarse. "Creo que voy a llevarlo de vuelta. Te veré mañana, dile a los demás que te hemos dado las gracias." Levantó a San suavemente y le frotó la espalda.

"No te preocupes, vamos a volver a casa, relájate y luego podemos hablar." Susurró Yeosang mientras salían de la casa. Los chicos no se conocen desde hace mucho tiempo, pero ya eran los mejores amigos teniendo en cuenta que son primos y que se conocieron hace pocos días. Yeosang sintió la necesidad de ayudar a San durante su estancia. Había pensado que estaba haciendo un buen trabajo pero ver a San al borde de las lágrimas le hizo recapacitar y pensar en lo que podía hacer para ayudar al chico.