Control: un cuerpo, dos almas©️ [Killer #0]

✘V E I N T I S I E T E✘

⚠️️ALERTA DE CONTENIDO NO APTO PARA TODO PÚBLICO Y +21. SI ERES SENSIBLE, NO DEBERÍAS LEER ESTE CAPÍTULO.⚠️

"Estoy convencido de que el asesinato es la mayor preocupación humana, y que todos nuestros actos derivan de él."

Octave Mirbeau

Me encuentro sentada frente a Camila con las piernas cruzadas mientras dejo pequeños cortes en su cuello con el cúter en mi mano. Su llanto no se detiene y sus gritos de suplica quedan atrapados en la venda que utilicé para sellar sus labios.

—Acaba... con noso...tros de una vez... —suplica Max. Me giro hacia él y percibo la sangre brotar del cuchillo que dejé calvado en su estómago.

—Mmm... Déjame pensarlo. —hago un gesto como de estar procesando la idea, con mi mano en la barbilla, manchándola así de sangre— No lo creo.

Le entierro el cúter a Camila en el muslo mientras le dejo un beso en la frente y le seco una lágrima con fingida preocupación. Luego me muevo hacia la cama en dónde se encuentra Max.

—Leah...aún puedo arreglar esto. —suplica.

—¿No me digas? ¿Y cómo piensas hacerlo?

—Podemos volver... Yo aún te amo con todo mi corazón y siempre...

—¡Silencio! —vocifero— La próxima vez que me digas que me amas con todo tu corazón, te lo voy a arrancar, para que entiendas que ese órgano lo único que hace es bombear sangre.

—¿Por qué nos haces... esto? —lloriquea.

—Te explico. Hace mucho tiempo que no veo la sangre correr y no me había dado cuenta de lo mucho que la extrañaba. —puedo imaginar el brillo que tengo en los ojos al detallar el rojo que ahora decora las sábanas.

Su rostro se distorsiona y me lanza una mirada cargada de desprecio.

—No me mires así, como si me estuvieras juzgando. Yo solo les estoy pagando con la misma moneda. —me encojo de hombros mientras niego con la cabeza.— Bueno, no exactamente con la misma moneda. Solo ten en cuenta que cada gota de sangre que ustedes estén derramando ahora, equivale a las lágrimas que salieron de estos hermosos ojos por vuestra culpa.

—¡Estás loca! —esa voz chillona que tanto detesto, resuena por toda la habitación. Lo que me da a entender que Camila logró quitarse la venda en sus labios.

Arranco el cuchillo del estómago de Max, provocando que este pierda el conocimiento, y me giro completamente molesta y hastiada hacia la chica que tengo desangrándose en una esquina. Me acerco a ella, con mi rostro a centímetros del suyo. Le vuelvo a colocar la venda en los labios.

—¿Sabes qué es lo que voy a hacer? Voy a arrancarte la lengua y a dársela de comer a Max... —mis palabras se ven interrumpidas al escuchar como la puerta de la habitación se abre de par en par. Presiono el hombro de Camila en el punto exacto que la lleva a desmayarse.

La figura masculina que acaba de atravesar el umbral mientras inspecciona todo a su alrededor, me lleva a ponerme de pie y observarlo con cautela.

—¿Qué es... todo esto? —pregunta en un hilo de voz el pelirrojo, recorriendo la habitación con la mirada.

—Yo...

Mi cabeza maquina a gran velocidad. Erwan y Leah se besaron hace unos días, él ha mostrado cierto interés en ella y varias veces se le ha declarado. No quiero matarlo, sería injusto privar al mundo de un ser con una belleza como la suya.