✘E X T R A: F A M I L I A ✘ Parte 3

2.7K 270 223
                                    

"Dos son compañía. Tres es una fiesta."

Damon Salvatore

Subí las escaleras del motel junto al niño, con pasos pesados que resonaban en el estrecho pasillo. La estructura desgastada y descuidada del edificio no dejaba lugar a dudas de que estábamos lejos de los lujos y comodidades a los que estábamos acostumbrados. Era una parada temporal en nuestro camino, una necesidad impuesta por las circunstancias.

Mamá regresaría hoy de su excursión, y nuestra estancia en su casa tenía que terminar. Las restricciones legales y la necesidad de proporcionar una nueva identidad al niño nos habían obligado a cancelar nuestro viaje de regreso a Alemania. No podíamos arriesgarnos a salir del país sin los documentos adecuados, y más si considerábamos que el niño no tenía conexión familiar con nosotros.

Por lo tanto, habíamos tomado la decisión de crearle una nueva identidad, un proceso que sabíamos llevaría tiempo. Alquilamos dos habitaciones en este motel ubicado en las afueras de Beaufort, conscientes de que necesitaríamos al menos unas semanas para completar todos los trámites y papeleo necesarios.

Erwan había sugerido buscar un hotel de mejor calidad, pero en Beaufort las opciones eran limitadas. Además, necesitábamos pasar desapercibidos, evitando llamar la atención y no dejando un rastro evidente de nuestros movimientos en busca de alojamiento.

—Esta es nuestra habitación.

Empujé la puerta que Kyan o Erwan había abierto previamente, revelando un espacio modesto y funcional. Dos camas individuales ocupaban el centro de la habitación, nuestras maletas descansaban encima de una de ellas. Había un sencillo tocador y un armario, proporcionándonos un mínimo de almacenamiento. Agradecí internamente que al menos tuviéramos un baño privado, un pequeño consuelo en medio de las limitaciones de este lugar.

Dirigí una sonrisa reconfortante al niño, consciente de que todo esto era nuevo y abrumador para él.

—Puedes quedarte la cama que quieras. —le dije con suavidad, esperando que se sintiera un poco más cómodo en este extraño entorno.— Solo estaremos aquí unas semanas y luego iremos a nuestro verdadero hogar.

Aunque aún no conocía con certeza a qué casa regresaríamos, decidí dejar de preocuparme por ello. Sin duda encontraríamos algo adecuado para alquilar cuando llegara el momento. Kyan se había encargado de vender su apartamento y de romper mi contrato de alquiler. Lo que le dijo al propietario era verídico: no deseaba continuar viviendo en un lugar donde se había cometido un asesinato. Sin embargo, no era un asesinato cualquiera, sino el de mi amiga Alexa. No quería volver a ese lugar cargado de recuerdos compartidos y momentos especiales que habíamos vivido juntas.

Mi corazón se apretaba al pensar en ella. La vida podía ser muy despiadada. Era injusto que algo tan terrible le hubiera sucedido a una persona tan maravillosa. Al menos me reconfortaba saber que la responsable de todo aquello estaba cumpliendo su condena tras las rejas. No había hablado mucho con Kyan sobre las acciones de su hermana desde aquel fatídico día en que me enteré de toda la historia, y agradecía que así fuera. Él seguía queriendo a Nikolina a pesar de todo lo que había hecho, lo cual explicaba por qué la envió a la cárcel en lugar de haberla matado. Pero yo no podía sentir lo mismo. La odiaba y deseaba que estuviera muerta.

—Esta... —el niño señaló una de las camas, devolviéndome a la realidad.

—Perfecto, yo dormiré en la otra —respondí, tratando de mantener la compostura.

Coloqué las maletas a un lado, en el suelo, y empecé a sacar lo necesario. Decidí no guardar la ropa en el armario, por si en algún momento tuviéramos que huir. Vivir con asesinos no era algo sencillo, y necesitaba estar preparada para cualquier eventualidad.

Control: un cuerpo, dos almas©️ [Killer #0]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora