Dos amigos se enamoran de la misma dama, ambos quedaron embobados con su belleza y sonrisa blanca, quedaron como estúpidos ante ella.
escenarios de momentos Ruvyti y Ruvyta, espero lo disfruten.
( ADVERTENCIA: Este libro puede contener Poliamor/Tria...
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Situación:
La demonio estaba tranquila sentada en el sofá, con su vientre levemente abultada, esperando a su pareja que llegará del trabajo, hasta que el bebé dentro de ella comenzó a patear, lo cual le dio a entender que tenía hambre, esta se paro con algo de dificultad, y fue a la cocina, tomo uno que otro dulce y algo de comida, se puso a preparar algo para su bebé y para ella, tarareaba una linda canción, cuando termino, se hizo un vaso de leche, volvió a la sala pero esta tropezó con una esquina de la alfombra, tirando el vaso de leche y el plato de comida, pero eso era lo de menos, si no era su vientre, esta se enderezo un poco, sollozando y lagrimeando del dolor, el estruendo sonó por toda la casa y justo en ese momento la pareja de la mujer había entrado y encontrarla en esa posición lo alerto.
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Ruvyti
El chico entro a la casa justo escucho el ruido, este alertado salió disparado hacia donde el estaba a ver donde sonó el estruendo, este quedo en shock al ver a su esposa tirada en el suelo tomando su vientre y sollozando del dolor que sentía, las lagrimas salían de su único orbe, este se acerco a ella rápidamente y la cargo, este beso su rostro tratando de calmarla, el dolor era indescriptible para ella, este se sentó en el sofá con ella en brazos, besando su mejilla consolándola, poso su mano sobre su vientre acariciando este, tratando de calmar el dolor, llegándola a calmar un poco, este con su pulgar limpio las finas y transparentes lagrimas.
- Ya ya mi amor, ya va a pasar, tranquila, ya estoy aquí - Dijo acariciando la mejilla de su pareja tratando de calmarla.
La demonio solo sollozaba en el hombro de su esposo, ese golpe si le dolió y tal vez le había costado la vida a su lindo bebé que estaban esperando con tanta emoción o bueno eso creía ella, el hombre tomo su mano, que en uno de sus dedos iba un lindo anillo de oro con una amatista, este dejo un beso en sus nudillos, subiendo estos poco a poco llegando a su mejilla, este de su hombro a su mejilla dejo los besos, llenos de amor y consuelo, el ODIABA verla llorar, era su dama, su señorita, su reina, y si la ve llorar sentiría como una bala atraviesa su corazón, tomo este acaricio su cabeza con delicadeza, tratando de calmarla.
