Thiago se sentía un poco molesto consigo mismo por haber tomado la decisión de acompañar a su mejor amiga aquel día, aun cuando su corazón estaba roto en mil pedazos. Más ahora no podía echarse atrás. No cuando ya había llamado a la puerta y se encontraba a la espera de que alguien le abriera. Aunque secretamente deseaba que no fuera Camila.
— Thiago —comentó un muy sorprendido Emmett— ¿No deberías estar en clases?
Debería, sí.
— Estoy aquí por Camila —fue lo único que se atrevió a decir— ¿Puedo pasar?
El alfa se apartó a un lado, dejándolo pasar. Intuía que algo importante estaba por acontecer.
— Puedes ir a buscarla, si quieres —apremió— Está en su cuarto, terminando de arreglarse para ir a trabajar con nosotros. Sabes que estás en tu casa.
— Prefiero quedarme aquí, alfa Emmett —respondió, cabizbajo— Si no es mucha molestia.
El alfa lo miró, un tanto sorprendido.
— ¿Camila y tú habéis peleado? —
Thiago realizó un gesto de negación con su cabeza. Sin embargo, se negó a dar más explicaciones.
— En ese caso esperaré aquí contigo —respondió el alfa con suavidad— No creo que Arath y ella tarden mucho. Ya vamos un poco tarde.
Thiago asintió, permaneciendo en silencio.
Transcurrieron un par de minutos hasta que la Luna y la futura sucesora a Alfa líder se reunieron con ellos en la entrada de su hogar. El corazón de Camila se llenó de júbilo al verlo allí, abalanzándose sobre él para envolverlo en un cálido abrazo. Sin duda alguna, el día había mejorado significativamente para la alfa, aunque no tanto para el beta.
— Hola, Thiago —saludó, feliz.
— Buenos días, Thiago —saludó Arath, feliz de verlo también— ¿Qué haces aquí? No es que no me agrade tenerte aquí, ¿pero no deberías estar en clase?
Antes de que el chico pudiera comentar algo al respecto, Camila se adelantó.
— Hoy vendrá con nosotros, mamá —respondió, alegre— Pero esta vez ha sido idea mía.
Inmediatamente Arath y Emmett compartieron una mirada cargada de preocupación. El día anterior fue un verdadero desastre.
— Camila —advirtió el alfa— Thiago todavía es un cachorro.
La alfa asintió.
— Estoy de buen humor, así que no lo gafes —comentó en respuesta— Vámonos.
Nada más llegar al edificio principal de la manada, las personas que también trabajan allí no pudieron ahogar el jadeo fruto de la sorpresa al ver que Thiago volvía una vez más a trabajar. Sin embargo, les quedaba el consuelo de que al menos en esa ocasión Camila parecía feliz.
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Te regalaré un amor prohibido ©
Werewolf¿Qué es lo que puede suceder si el Beta líder de la manada, confidente y mejor amigo de la Alfa líder de la manada, también resulta ser su Luna? 🍃 Créditos de la portada: maryasor_ 🍃