XVI

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Entramos a el restaurante donde ya habíamos hecho reservación a nombre de Ashia, ya que Mía no se podía enterar de nada de nuestro plan

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Entramos a el restaurante donde ya habíamos hecho reservación a nombre de Ashia, ya que Mía no se podía enterar de nada de nuestro plan. 

- Juro que quiero quitarle ese maldito vestido ahora mismo - dice Conall con enojo y así nos encontrábamos todos, Ashia pagaría por haberla aconsejado de traer ese maldito vestido que nos tenia sufriendo ahora mismo 

Cuando nos acercamos mucho mas hacia la mesa donde se encuentras sentada concentrada en su celular sin ser consiente de todas las miradas que están puestas en ella. Y lo odiaba, odiaba que fuera tan ingenua para esas cosas, para ser un teniente era la malditamente perfecta, pero para cosas como lo era el amor y el sexo era como una pequeña niña a la que le daba tanta pena saber de esos temas que por todo se sonrojaba, se alejaba y permanecía callada con vergüenza.

- Buenas noches - la voz de Alec llama su atención levantado rápidamente su mirada encontrándose con las nuestras  

- Coronel - dice saludándome a mi rápidamente mientras se levanta de su lugar - Capitán - se refiere a los demás con la mirada abajo desconcertada 

- Mirada arriba - digo molesto por su acto, una mujer como ella jamás debe bajar la mirada 

Ella obedece levantándola hasta chocar con mis ojos haciendo que dentro de mi algo se remueva al ver que es tan manejable. 

- Tenemos que hablar - digo acercandome a ella para alejar su silla y se siente de nuevo 

Nos sentamos todos a su alrededor mientras que algunos como Alec y Conall se encargan de ahuyentar a los malditos que la miran como unos malditos leones se alejen de ella . 

- ¿Sucedió algo con su hermana? - pregunta con angustia haciendo que una sonrisa salga de mis labios al ver que ni siquiera aun se ha dado cuenta de la situación 

- Mi hermana no vendrá Mía - dice Cedric 

- Pero ella dijo... - comienza pero se calla para después hablar - Todo esto fu planeado verdad - afirma mirándonos ahora a cada uno y diría que se encuentra molesta al ver su mirada 

- Lo fue - afirmo - Tú no querías hablar con nosotros así que tuvimos que hacer esto - digo seriamente

- Discúlpenme pero entonces no tengo nada que hacer aquí - dice molesta tomando rápidamente su bolsa pero mi mano en su muñeca hace que se detenga  

- ¿A que le tienes tanto miedo? - pregunto levantándome para enfrentarla quedando a nada de poder besarnos y malditamente que lo quería hacer pero necesitaba mi maldito autocontrol ahora mismo si no quería que ella se alejara al fin como lo deseaba

- A nada - afirma tratando de zafarse pero veo el miedo y el grito de ayuda en sus ojos

- No te creo - contradigo con firmeza 

- No puedo - dice finalmente bajando la mirada con la voz baja haciendo que la vea por primera vez vulnerable y lo odia, odie verla de esa manera frente a mi 

- Hablemos, dime que sucede - digo tratando de que hable con nosotros 

- Nada terminara bien - dice levantando la mirada con lagrimas en sus ojos - Nada de lo que creen funcionara - dice 

- ¿Cómo sabes eso? - pregunto limpiando la primera lagrima que cae por su mejilla - Danos la oportunidad de entrar, de saber que sucede, de tratar de derribar esos muros que pones con cada uno de nosotros - digo mirándola a los ojos 

- Tengo miedo - dice bajamente pero se que cada uno de mis hermanos la escucha a la perfección 

- Yo también - digo por primera vez viéndome vulnerable pero me vale una mierda con tal de tenerla  a mi lado 

Ella asiente para después sentarse una vez mas para poder hablar. 

Si para tenerla a nuestro lado tenia que dejar mis malditas barreras abajo para ella lo haría aunque me constara mas de lo que imaginara. 

ALBA (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora