XXI

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Después de veinte minutos al fin llegamos a una casa demasiado grande para mi gusto llena de guardias por dentro y fuera

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Después de veinte minutos al fin llegamos a una casa demasiado grande para mi gusto llena de guardias por dentro y fuera. 

- Llegamos - dice Robert bajando de la camioneta para después abrirme la puerta 

Solo espero que todo salga bien y no termine tirada en el maldito piso llena de sangre y sin ese bebé que ahora mas que nunca me necesita. 

- Robert Georgiou - la voz ronca de un hombre bajando las ultimas escaleras para llegar a nosotros llama mi atención 

- Novikov - saluda el hombre que me custodia 

- No sabia que vendrían - dice sin darse cuanta de mi presencia 

- Fue una decisión de ultimo momento - digo interrumpiendo haciendo que su mirada se dirija a mi escaneándome de pies a cabeza 

- ¿Y está puta quien es? ¿ Es tú nueva perra Robert? - pregunta con una risa haciendo que mi rabia salga a relucir rápidamente 

- Está perra será quien de la orden de sacarte del maldito negocio de mi marido para que de una vez desaparezcas de mi vista - demando con elegancia y rabia pasando por su lado para dirigirme hacia la entrada de la casa dejando a los hombres atrás 

- ¿Quién mierda te crees? - grita alcanzándome pero cuando va a tocarme lo tomo del brazo para hacer fuerza y hacer que termine en el piso adolorido 

- Mantén la maldita boca cerrada cuando tu reina te habla - ordeno para después soltarlo 

- Tranquilízate Alek y respeta a tú nueva Vasílissa - dice Robert sonriendo al ver al hombre adolorido 

- ¿De qué mierda hablas? - pregunta desconcertado el hombre 

- De qué ella es ahora la reina de la Bratva, es la esposa del Boss - dice callando al hombre frente a mi 

- Ahora muéstrame donde tienes al niño si no quieres que dejemos de mantenerte bajo nuestro cuidado y te entregue a alguien que tu mejor que nadie los conoce - demando 

- ¿Señor? - pregunta uno de sus hombres mirándolo con temor 

- Llévalos - ordena y entonces comenzamos a seguir a el chico pero su amenaza hace que me detenga y la conteste

- Nos volveremos a ver y esto no se quedara así - amenaza haciendo que sonría 

- Eso espero para al fin poder deshacerme de ti que no aportas nada a mi organización - digo para después continuar con mi camino  

Solo pedía a dios por dentro que malditamente me callara la maldita boca de una vez para no seguir jugándome el pellejo ahí mismo con asuntos que ni siquiera conocía. 

- Esta dentro - dice el chico señalando la puerta oxidada que se encontraba frente a mi 

Esperaba que este maldito lugar sucio, húmedo y deplorable no hubiera hecho nada en contra de la salud de ese bebé. Después de que la puerta es abierta entro encontrándome con una chica muy linda pero muy sucia y temerosa sentada en una de las esquinas con el pequeño Ambrouse en sus brazos tratando de protegerlo del frio. 

- Sáquenlos de aquí - ordeno fríamente como si nada me importara mientras escuchaba como la chica gritaba y trataba de alejarse 

En cuanto entramos a las camionetas de nuevo los nervios se calman y solo la desesperación por llegar me pasaba por la mente. 

- La mujer no era parte del negocio - dice Robert 

- No era pero ahora lo es - demando fríamente

- No podemos dejarla contigo - dice 

- Ella como el niño se van conmigo así que da la orden - demando cuando la camioneta se detiene justo frente a la mía  

- El señor no dio esa orden - contradice haciendo que la molestia llegue a mi como los nervios 

- ¡Me importa un carajo lo que el señor haya dicho, da la maldita orden o si no yo hare que el único que termine fuera de esta organización seas tú! - demando con enojo mirándolo a los ojos mientras me quieto el collar y se lo devuelvo 

- Súbanlos a la camioneta de la Vasílissa - ordena y es entonces que me dirijo hacia mi camioneta para arrancar cuanto antes 

- Po favor no nos haga nada - escuchaba las suplicas de la chica con lagrimas en sus ojos mientras conducía lo mas rápido que podía para encontrarnos a salvo 

- Toma - digo entregándole mi celular - Llama a alguien que conozcas, un hermano o tus padres quien sea menos a la policía para que vengan por ti - demando mientras saco mi identificación de mi bolso - Soy capitana de las fuerzas especiales Rusas - digo mostrándoselo 

- ¿Cómo es que lograste sacarnos? - pregunta con confusión y miedo  

- Se que tienes muchas preguntas pero haz lo que te digo, llama y después de hacerlo toma la ropa que se encuentra en la parte de atrás y cámbiate - demando 

Cuando estamos a mitad de camino me detengo a la orilla de la carretera para pasarme a la parte de atrás y comenzar a sacar las cosas de la pañalera que había montado para el pequeño mientras ella hablaba y se cambiaba a la vez. 

- Llegara en cinco minutos - dice entregándome el celular 

- Solo espero que no nos encuentren antes - digo bajamente mientras cambio el pañal de el pequeño que se ve muy entretenido con mi cabello

Después de limpiarlo con una toalla húmeda y toallitas aromatizantes, vestirlo y darle un biberón veo dos camionetas aproximarse hacia nosotros. 

- Toma - digo entregándole una barra de avena a la chica para que coma mientras dejo a Ambrouse en un portabebés y bajo. 

En cuanto las camionetas se detienen veo rápidamente como un hombre baja pero cuando mi mirada choca con la suya saco rápidamente mi arma apuntándole. 

- ¡Hoye tranquila! - pide pero mis nervios comienzan a jugar en mi contra 

- Mantente ahí Esteban no te acerques - demando 

- ¿Esteban? - pregunta acercándose pero disparo justo a un lado de su pie haciendo que retroceda 

- ¡Calix! - el grito que da la chica que se encontraba en la camioneta hace que me desconcentre y de un momento a otro tengo al hombre tomándome de la cintura y quitando mi arma 

- ¿Quién eres? - pregunto mientras recorro su rostro 

- Calix Arslan - dice pero yo no puedo creerlo 



ALBA (2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora