CAPITULO [1]: Proyecto Fin

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La tercera vez que sonó lo intente apagar sin abrir los ojos, tenía una relación de amor y odio con mi móvil y como todas las mañana terminó por sonar en el piso de mi habitación. Me levante, lo recogí y camine directo al baño por una ducha, necesitaba despertar y estar listo para el colegio en aproximadamente veinte minutos. Difícil pero no imposible.

Es mi hermano mayor Tom quien camino a la universidad me deja en el colegio y luego continúa a casa de su novia Tracy con la que comparte clase de química en la facultad. Antiguamente era mi papá el que me dejaba en las mañanas en el colegio y luego se iba a trabajar, pero desde que no tiene empleo pasa el día completo en el subterráneo de la casa haciendo quién sabe qué clase de experimentos y cálculos relacionados con lo que él llama, el proyecto fin.

Es de todos los días este trayecto camino a mi salón, recorro el pasillo interminable y siempre llego cuando todo el mundo se encuentra en clases. Odiaba entrar al salón cuando ya todos estaban dentro, me sentía observado y más de alguien le comentaba algo al oído sobre mí a su compañero de asiento, el sentimiento de persecución era normal cuando se trataba de ser yo. Pero la sensación incómoda terminaba al llegar a mi lugar y encontrar a mi mejor amigo Andy, aunque no hablara sabía lo que estaba pensando en ese momento.

—Pensé que no llegarías nunca, hay examen de historia me lo acaban de informar —Hace una sonrisita boba y continua —A veces no logro comprender como no me entero de esas noticias antes —Dice Andy poniendo los ojos en blanco.

—Es porque pasas la mayor parte del tiempo mirando a Julie y las noticias importantes se te pasan —Le comento en tono pícaro.

—Eso es absurdo, Julie es la chica con menos senos que conozco y tú sabes que a mí me gustan exuberantes —Me dice riendo.

—Porque no lo asumes de una vez, te encanta Julie.

—Tal vez, pero aunque lo asumiera no serviría de nada —Me respondió —No le crecerán.

Nunca entendí por qué Andy no tenía novia, yo no la tenía y era claro el por qué. Él es un tipo simpático, parte del equipo de baloncesto del colegio, cercano al metro con ochenta y cinco centímetros, cabello castaño claro, tan blanco como el papel y lo que siempre destacan de él "su sonrisa de chico bueno". Yo más bien retraído, cercano al metro con ochenta, pero a pesar del porte pasó muy desapercibido, cabello oscuro y ojos negros como un par de aceitunas, tan pálido como Andy. A pesar de eso siempre sentí que tenía menos llegada con las chicas, tal vez las asustaba verme leyendo algún libro de ciencia ficción durante los descansos y no jugando baloncesto como los demás chicos de mi clase.

—Planeta tierra llamado a Joe —Dice Andy agitando las manos frente a mi cara.

—Lo siento no te oí, que decías —Pregunte aún medio fuera de la conversación.

— ¿Qué si te ligarás a alguien antes de irnos a la universidad? —Me repitió.

—No lo creo —Respondí —Nunca he besado a una chica y la verdad creo que no se besar —Le respondí casi susurrando.

La verdad creo que es cierto, no se besar, mi mamá siempre dice que las chicas practican con un costado de su mano o besando algún oso de peluche, ni lo imaginen no haría nada como eso, tengo dos hermanos y un mejor amigo que si me sorprenden en esas prácticas, serían capaces de molestarme hasta el último día de mi vida.

Transcurrió la mañana como cualquier lunes y vaya que fue normal, termine mi examen de historia y el de Andy, así de normal. Tres de noviembre marcaba el calendario ubicado en la entrada del salón, recordé que quedaba un mes para lo que mi papá llamaba "el fin del mundo". Un estudio matemático algo extraño que tenía a mi padre sumido en una locura temporal desde hace ya cinco años, este temita ha divido a mi familia desde hace tiempo.

BUNKER: La Primera Noche De La TierraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora