CAPITULO [16]: El comienzo del fin (capitulo de larga duración)

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Ahora ya no sé si es de día o de noche, duermo cuando el sueño me gana y cómo si el hambre me ataca retorciendo mis intestinos en forma de protesta.

Extraño las risas de Andy y el apoyo de Tom, además ese mes que estuvimos todos juntos en el campamento, Brody con a mamá estuvieron trabajando en trajes térmicos para el frio y me vendría increíble uno de esos justo ahora. La orquídea es muy gélida y los asientos a pesar de ser cómodos no me hacen sentir reconfortado, mi cabeza está llena de preguntas y siento que en cualquier momento voy a vomitar.

Una pequeña luz iluminaba desde el centro de la orquídea y apenas me dejaba ver el rostro de mis compañeros, había tres asientos mirando al frente de otros tres asientos y un vidrio blindado nos dividía de la cabina del conductor donde iba Ben manejando.

— ¿Por qué no seguimos en nuestro automóvil Joe? era mucho más cómodo que esto —Me pregunto Victoria.

—Primero porque no era nuestro y segundo por seguridad, no permitirían el ingreso a la base de vehículos que no sean del tipo militar —Le respondí.

— ¿Que haremos si es una trampa? —Me cuestiono Eliot.

—Solo piensa Eliot, tienes tu arma en las manos y yo tengo la mía, no tendría sentido meternos aquí con todas nuestras cosas y la historia de Ben coincide con todo lo que hemos visto —Le dije, quería tranquilizarlo.

Eliot se quedó pensando y supongo que los demás hicieron lo mismo, estábamos sentados frente a frente y por momentos solo nos mirábamos sin decir una palabra. Junto a mi Victoria y Adam, justo al frente Eliot y Jess, casi nos rosábamos las rodillas entre todos porque no era muy amplio el espacio a pesar de verse tan grande por fuera. Lo increíble eran las ruedas, podíamos sentir la tracción mientras subía y bajaba por escombros y cuanta cosa había en las calles sin ningún problema, era como estar dentro de un tanque pero más pequeño.

—Ben ¿Por qué no usan camionetas blindadas pero con propulsión? —Le grite muy fuerte por sobre el ruido del vehículo y tratando de hacerme escuchar atreves del vidrio.

—No grites, hay un micrófono de alta definición donde ustedes están y yo aquí tengo un alta voz —Me sonrió.

Ósea había escuchado toda nuestra conversación con Eliot.

— ¿Y entonces? —Le insistí.

—Serían más fáciles de derribar si vuelan, estás camionetas tiene un sistema anti vuelco y la adherencia al piso gracias a sus ruedas tipo oruga hacen que sea el vehículo perfecto para monitorear tierras devastadas y a un precio bajo —Me contó.

—Entiendo —Le dije.

— ¿Qué edad tienes Ben? —Le preguntó Victoria con su vocecita dulce.

—Tengo veinticinco años y siete siendo militar —Respondió Ben.

Yo creía en él, no lo podía evitar. Algo en mi me decía que Ben no mentía y que por fin algo bueno estaba a punto de suceder.

—Vamos a entrar a la base en menos de cinco minutos, necesito que se pongan unas antiparras que podrán encontrar debajo de sus asientos, son para protegerse de la luz ultra violeta del ingreso —Nos pidió Ben atreves del alta voz que resonó por toda la orquídea.

— ¿Para qué es la luz? —Pregunto Adam.

—Nuestras orquídeas tienen un sello único de nuestra base sobre el techo que brilla como árbol de navidad ante la luz ultra violeta, si una camioneta u otro vehículo quisiera entrar a la base y no brilla bajo la luz, es destruido automáticamente por el armamento de defensa —Nos contó Ben.

BUNKER: La Primera Noche De La TierraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora